Deon McCaulay es un delantero desconocido en el futbol universal, pero su aporte para Belice lo tiene aún en la cúspide del goleo en el Premundial de Brasil 2014 .
Su país se despidió hace mucho del sueño mundialista, en la segunda ronda de la eliminatoria de la Concacaf. Pero sus 11 gritos de gol siguen todavía en lo más alto de la fase previa, que empezó en el 2011 con 203 seleccionados.
Está hoy por encima de figuras de la talla de los argentinos Lionel Messi y Gonzalo Pipita Higuaín, el uruguayo Luis Suárez y el bosnio Edin Dzeko, los tres primeros con ocho tantos y el último con siete. Su más cercano perseguidor es un panameño, Blas Pérez, situado a solo una diana de Deon.
“Sé que mi récord lo van a superar, pues hay grandísimos jugadores compitiendo, a los que les restan muchos partidos”, confesó McCaulay, desde Ciudad Belice, al periodista Pablo Aro Geraldés, de la revista El Gráfico de Argentina.
Pero hay otro motivo de orgullo para el delantero beliceño. Fue el anotador del primer gol de la eliminatoria a Brasil 2014, el 15 de junio del 2011, cuando su país enfrentó a Montserrat en Couva, Trinidad, y la venció 5-2, ante solo 150 testigos.
Aquella noche marcó tres dianas, que llegarían a 11 en el transcurso de ocho duelos oficiales.
En resumen, McCaulay le convirtió cuatro en dos presentaciones a Montserrat, dos a Granada, otros dos a Guatemala y, por último, tres a San Vicente y las Granadinas.
Pasado, presente y futuro. Con 25 años, Deon McCaulay marcó a Nicaragua (2-1) el tanto más importante de la historia del país, en la pasada Copa Uncaf de Costa Rica, que sirvió para clasificarlo a la Copa de Oro de Estados Unidos, en julio.
El goleador histórico de Belice (16 tantos en 26 juegos) debutó en el 2005 y pasó ahí por modestos clubes: Kremandala, FC Belize, Belize Defence Force, RG City Boys United y su actual Belmopán Bandits.
Antes pasó por Deportes Savio, de Honduras, y realizó pruebas infructuosas con el Puntarenas FC, de Costa Rica, y el Portland Timbers, de la MLS estadounidense.
“Es frustrante que nadie se fije en mí, porque afuera de Belice no ven lo que conseguí”, lamentó.