San José
Hace 24 años, un día como hoy, el miércoles 20 de junio, pero de 1990, Costa Rica se paralizó por completo ante la histórica clasificación de la Selección Nacional a la segunda fase de octavos de final en Génova, Italia, que fue histórico al conseguirse en el debut en las Copas Mundiales de la FIFA.
Los goles de Róger Flores y Hernán Medford en el estadio Luigi Ferraris, para remontar el marcador y derrotar 2-1 a la Selección de Suecia, enloquecieron a los aficionados costarricenses, quienes festejaron en horas de la tarde hasta la madrugada del día siguiente.
La histeria colectiva invadió el país en oficinas, bares, restaurantes, escuelas, colegios y casas de habitación en San José y en todas las provincias.
Los seguidores de la "Sele" de todas las edades salieron a las calles a celebrar con sus banderas, camisetas y signos externos del equipo nacional; incluso lloraron de alegría y dieron suelta al júbilo de toda la nación.
La festividad en la Fuente de la Hispanidad, de San Pedro de Montes de Oca, fue indescriptible entre el tumulto de los fanáticos, algunos de los cuales provocaron desmanes y accidentes leves, hasta sobrepasaron el límite de la alegría y lanzaron a sus amigos por los aires.
El fiestón fue grandísimo. Los empleados públicos pidieron dos horas libres a sus jefes para ver el encuentro, pero con el inolvidable marcador antes los vikingos, luego del gol de Medford, se les olvidó regresar a sus lugares de trabajo y se fueron a festejar a las vías públicas.
El Presidente de la República de entonces, Rafael Ángel Calderón Fournier, mandó a cerrar la Casa Presidencial, también salió a la calle con una bandera de Costa Rica y se dirigió al Parque Central de San José a conmemorar la hazaña de la Tricolor como un ciudadano más.
Allí, en el Parque Central, el público había dejado su trabajo botado y la fiesta fue interminable, por largas horas, como nunca antes se había reunido para aplaudir y gritar la clasificación, porque el histórico rendimiento hacia la segunda ronda en el verano italiano no fue ante cualquier rival.
Suecia acumulaba esa vez ocho Mundiales y era considerada un gran seleccionado en Europa, tras haber ganado su grupo eliminatorio en forma invicta sobre Inglaterra, Polonia y Albania.
Pero la Selección le remontó el marcador en aquella oportunidad, tras el gol inicial de Johnny Ekström, y remontó el resultado para ganar por 2-1, suficiente para que Costa Rica entera festejara con todo aquel pasaje histórico del fútbol nacional, el 20 de junio de 1990.