Jorge Luis Pinto podría convertirse este domingo en el técnico colombiano más exitoso en la historia de los Mundiales, toda vez que él y su aguerrida Costa Rica sigan haciendo historia en Brasil.
Igual que con los ticos, los estrategas cafeteros no conocen más allá de los octavos de final de una cita planetaria; también igual que con los ticos, el panorama nunca había sido mejor para ambos.
En su primera y hasta ahora idílica incursión mundialista, Pinto está firmando una actuación que hace algunos meses posiblemente solo él imaginó tan perfecta.
La esperó toda su vida y con lo testarudo y perfeccionista que es, seguramente intentará alargarla todo lo que pueda, aún a costa de los pronósticos o la lógica.
Su estandarte claramente es el de la Tricolor , pero debajo del blanco, azul y rojo huele a café, y es ahí donde precisamente nace la lucha personal de ponerse a la par de Francisco Maturana, el primer nombre que se viene a las cabezas del fútbol cuando se relacionan los términos técnico y Colombia.
El Pacho fue el encargado de llevar a los suramericanos a su primera fase de octavos de final allá en la lejana Italia 1990, pero más importante que eso, es recordado por haber promovido la revolución colombiana hacia el fútbol del primer mundo, ese balompié alegre que desde hace varios años exporta talentos hacia el extranjero.
Todo eso y algo más le valió a Maturana un escalón especial en el ranquin de los mejores estrategas cafeteros de la historia, un apartado al que, hoy por hoy, solo el tozudo libreto de Pinto aspira llegar.
Un juego más. Un triunfo ante Grecia mañana separa a Jorge Luis Pinto y Costa Rica de una celebración inédita, un pase a unos cuartos de final que el fútbol mayor tico no conoce y por el que ahora mismo también suspira Colombia.
Con Reinaldo Rueda (Ecuador) y Luis Fernando Suárez (Honduras) fuera, los banquillos cafeteros se unen todos al de Pinto, el único con vida de uno de los países que más técnicos aportó al torneo.
Igual que pasa en el país, el suceso de esa posibilidad no escapa a la tierra que vio nacer al libreto detrás de la gran sorpresa de esta Copa del Mundo, esa que clasificó como primera de un grupo que incluyó a Italia, Inglaterra y Uruguay.
Ese boleto a octavos lo emparejó, aparte de Maturana, con el propio Suárez, quien para Alemania 2006 llevó a Ecuador hasta la segunda ronda (lo eliminó Inglaterra).
Para mañana a las 5 p. m., Pinto y la Tricolor sabrán si el sueño se extendió una ronda más, de momento, dos países esperan que sí.