Andrey Amador ayer pudo perder 30 minutos, una hora o incluso hasta llegar de último.
El ciclista costarricense de Movistar Team vivió una crisis en el ascenso final hacia Cervinia.
Fue un error propio, de esos que no se olvidan jamás, que marcan y que a partir de ahora, nunca más lo cometerá.
Pese a la emergencia, Andrey Amador escaló esos últimos 10 kilómetros hacia Cervinia a puro corazón; tanto así, que evitó desplomarse en la general y sostuvo el cuarto lugar.
La angustia que pasaba el ídolo tico en esos 10.000 metros no era por falta de piernas, tampoco por acumulación de cansancio.
Mientras que Amador luchaba con su drama, un irreconocible Fabio Aru (Astana) atacó, llegó en solitario a la meta con un tiempo de 6:24:13 y festejó como si fuese campeón del Giro.
Tras un esfuerzo heroico, el tico culminó en el puesto 12, a 2:27, lo cual significa que el daño no fue tan grave, a como pudo serlo.
Aru se reconcilió con su afición y retornó al segundo puesto de la general, a 4:37 del líder, Alberto Contador (Tinkoff Saxo), quien acumula 78:48:40.
Mikel Landa pasó al tercer puesto, a 5:15 y Amador es cuarto, a 8:10 de un Contador intratable.
A falta de dos jornadas para el fin del Giro, Landa aventaja al pedalista nacional por 2:55.
Este domingo será el cierre en Milán, pero hoy se dará la sentencia definitiva en la etapa más dura de este Giro, con 199 kilómetros entre Saint-Vincent y Sestriere.
Se subirá Delle Finestre, un puerto fuera de categoría (Cima Coppi), rampas del 9%, tramos sin asfaltar y pronóstico de lluvia. Cualquier cosa pasará.