En la pasada columna pedí perdón a Shirley Cruz porque, pese a sus éxitos, no le damos el reconocimiento que merece. Según yo, por machismo. Reacciones: Las mujeres aplaudieron al unísono. Los hombres dividieron opiniones y hasta me pusieron a pedirles perdón a algunos de ellos.
Dicen unos que no es tema de machismo, sino de mercadeo, desarrollo e importancia mundial del futbol femenino. O culpan a la prensa. Otros reclaman que sí están súper enterados de todo lo que sucede con Cruz y, una buena parte, que no pida perdón por ellos, porque no son machistas.
¡Uff! Creo que debí pedir perdón solo por los machistas, que parece son pocos en Costa Rica. ¡Linda sorpresa!, A menos que, además de sexistas, seamos hipócritas.
De algo si estoy seguro: Me quedé corto: Debí disculparme también por los machistas de todo el planeta. Si no es un tema de machismo, que alguien me explique ¿por qué hasta 109 años después del Primer Congreso de la FIFA, ingresó una mujer a su Comité Ejecutivo? Apenas en el 2013. Eso sí, Nydia Neskera, de Burundi, debió esperar un año para su aceptación plena, pues fue invitada “en forma provisional”.
¿Cuál es la razón para que, si desde los años 40 del Siglo pasado hay futbol femenino en Costa Rica, ninguna mujer ha ejercido la presidencia de la FEDEFUT, y las federativas se cuentan con una mano? En 72 cambios de silla presidencial, nunca una mujer se sentó en ella.
Por supuesto que también es un asunto de los periodistas, pero el trasfondo no varía. Trabajé en cuatro secciones deportivas diferentes y en ninguna tuve una mujer de compañera, salvo a la secretaria. No faltarán los que echen la culpa del machismo a quien puso a Eva en el Paraíso. Con solo Adanes no estaríamos en estos dilemas.
Hay señores que justifican que ellas ganen menos, porque ellos producen más ganancias. Falso. Hope Solo, Alex Morgan y Carli Lloyd, entre otras futbolistas, demandaron a su federación. Han conquistado tres mundiales y cuatro olimpiadas y ganan 40% menos que los hombres, que no han triunfado en nada. Ellas los han superado en publicidad y patrocinio y las audiencias en Estados Unidos, en el último Mundial femenino, superaron a las registradas en las finales de la NBA y la NFL.
Y encima, el expresidente de la FIFA, Joseph Blatter, tuvo una genial idea para promover el futbol femenil. En el 2011 dijo que las mujeres deberían ajustarse los uniformes al cuerpo para verse mejor. La idea no se concretó, pero quedó allí como la prueba paleolítica del machismo en ese deporte. ¡ Definitivo: Me quedé corto!.