Con los ojos brillosos, evidenciando una tristeza muy profunda, el hoy exdirector técnico de la Selección Nacional mayor, el colombiano Jorge Luis Pinto, expresó ayer que su destitución fue injusta.
Vestido de manera impecable y con un tono siempre ecuánime y cordial, el suramericano enfrentó a la prensa en una conferencia que él mismo solicitó a sus expatronos para despedirse de Costa Rica.
"Quiero decirle a la gente de futbol, a los jugadores que me apoyaron, a los aficionados, y a ustedes: muchas gracias por todo", expresó el suramericano.
La reunión con los periodistas se dio a las 12:30 p. m. en la Casa de Selecciones, hora y media después de que el Comité Ejecutivo de la Fedefutbol le confirmara su despido.
"Hablamos poco, fuimos parcos, la reunión duró solo cuatro minutos", manifestó Pinto.
Tras la cita con la prensa, el colombiano dijo a La Nación que no compartía el hecho de que el Ejecutivo negociara con otra persona mientras él aún era el entrenador de la Tricolor, y sobretodo porque no estaba presente en el país.
"Me encuentro mal, golpeado, comparto el concepto de que hacen esas cosas (despedirlo), pero tampoco comparto esa actitud, con nadie, con ninguna persona, a nadie se le puede hacer eso, por intereses económicos, por intereses comerciales, me parece que no es correcto, yo no se lo haría a nadie".
Según Pinto, él estaba motivado para seguir trabajando, pero no le dieron tiempo para terminar de trabajar al equipo, a pesar de que había hecho cosas buenas.
"Pienso que sí -fue injusto- porque pasé los caminos más difíciles, la cuadrangular que es totalmente más difícil que otra cosa, en la forma en qué estaba y cómo estaba el calendario, lo que viene no es que sea fácil, pero es más llevable".
Evolución. Entre los puntos que tocó Pinto acerca de lo que faltó en el proceso, fue que muchos jugadores no estaban en su mejor momento, además de que hubo ausencias.
"A los hombres de ataque les faltó ritmo, además no hay un "10" -volante creativo-, no existe, Wílmer (López) se lesionó y Wálter (Centeno) se adapta a veces".
El entrenador consideró que su forma de entrenar no fue problema, y que siempre hubo empatía entre él y los futbolistas.
"Lo que pasa es que el futbol de aquí hay que evolucionarlo de otra manera, y eso cuesta, los mismos jugadores lo reconocen, el ritmo en los clubes no es el mismo en una Selección. Eso ganarlo en tres, cuatro o cinco días no se puede".
Sobre el trato de la prensa el jueves anterior, cuando fue asediado hasta su casa, ubicada en Ciudad Cariari, Pinto aclaró que no le molestó, y más bien se disculpó por una reacción inadecuada de su hijo menor contra algunos periodistas cuando él salía del aeropuerto.
"Pido disculpas por el niño, él sintió la tensión del momento".
Pinto se mantendrá en el país mientras sus dos hijos terminan las lecciones en junio próximo.
Luego regresará a Colombia.