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El estadio Ricardo Saprissa pertenece desde hace algunas semanas a un fideicomiso administrado por el Chivas de Guadalajara.
Se trata de un fideicomiso de garantía, según detalló el abogado del club Jorge González.
Esto significa que el estadio respalda las inversiones que el empresario Jorge Vergara ha hecho en el cuadro morado. Otro de los objetivos del fideicomiso es desarrollar proyectos deportivos con el equipo.
De acuerdo con González, esta es una figura ampliamente utilizada en el mundo comercial, por lo que no tiene nada de extraño.
No obstante, el abogado Francisco Luis Vargas cuestionó este traspaso. "Según los estatutos el estadio solo se puede vender con la aprobación del 90 por ciento de los socios. Ahora responde por las inversiones del máximo accionista; es decir, el club sigue estando comprometido, como antes".
En la práctica, el equipo morado sigue administrando el reducto, que además de actividades deportivas se alquila para conciertos y actividades religiosas.
También se renta para que particulares jueguen sobre la superficie sintética.
Por su parte, el gerente Jorge Alarcón no quiso referirse al tema, y remitió al abogado.
Líos. Al ser el principal activo del club, el estadio ha estado otras veces en medio de disputas legales y embargos comerciales.
El Banco Popular y la Caja del Seguro Social estuvieron cerca de embargarlo en los años más agudos de la crisis económica.
La última vez que hubo líos ahí fue en setiembre del año anterior, cuando la Caja lo cerró durante cinco días por un problema de cuotas obrero patronales.
