La paciencia de la directiva manuda con el delantero Jonathan McDonald llegó ayer a su final.
Alajuelense tomó la decisión de declarar transferible al ariete rojinegro, luego de analizar su conducta en los días posteriores a la final del Torneo de Verano 2014, disputada ante Saprissa.
Aunque inicialmente los directivos solo acordaron imponerle una sanción interna por haber sido expulsado a los 12 minutos del duelo que le dio el título al archirrival, la participación del jugador en un programa de televisión apresuró su separación.
El martes por la noche McDonald y Kevin Sancho fueron invitados al espacio Noveno Piso , de Canal 9, donde bromearon con los presentadores sobre lo ocurrido durante el partido final.
Tras ver ayer las imágenes del encuentro publicadas en redes sociales, el presidente erizo, Raúl Pinto, llamó a sus compañeros de directiva y, en consenso, tomaron la decisión de declarar transferible al futbolista.
“Consideramos que la forma en que de manera chabacana estuvo haciendo mofa de lo que sucedió el sábado en el partido, es un irrespeto para la institución, para la junta directiva, para los jugadores, el cuerpo técnico, la afición e incluso para nuestros rivales”, explicó el vicepresidente manudo, Aquiles Mata.
Los directivos decidieron, además, fijar en $50.000 el monto que deberán pagar por la transferencia los equipos interesados en los servicios del ariete, que había regresado al club en enero pasado, tras su paso por el fútbol sueco.
Reincidente. La expulsión de McDonald en la final ante Saprissa se sumó a la que había sufrido semanas atrás en Toluca, durante la semifinal de la Concachampions, para acrecentar el descontento de un sector de la afición manuda que pidió su salida.
El delantero no dio declaraciones esta semana, pero ofreció disculpas en su perfil de Facebook y alegó ser víctima de una campaña para desprestigiarlo.
Como respuesta, la directiva confirmó la continuidad de Mac en el equipo, pero le solicitó buscar la ayuda de un psicólogo deportivo para evitar nuevos exabruptos dentro de la cancha.
Según Mata, el acuerdo incluía la confidencialidad de ambas partes, pero la aparición del jugador en la tele lo cambió todo.
“Hemos defendido a nuestros jugadores cuando consideramos que hay una actuación irregular, lo que no permitimos es la indisciplina, no vamos a alcahuetear cosas que afecten la imagen de la institución”, concluyó Mata.