Alajuela. La intensidad con que se jugaba el clásico era tal, que Alajuelense terminó arrastrando los pies en los últimos diez minutos del compromiso.
El desgaste coincidió con la llegada del gol saprissista, cuando los morados buscaban el marco rival y la Liga se dedicaba a sacar agua del bote a como pudiera.
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Primero fue Kenner Gutiérrez quien salió lesionado; posteriormente, Jorge Claros, y finalmente, Rónald Mauricio Montero, quienes tuvieron que salir por problemas físicos.
De esta forma, el conjunto rojinegro se vio obligado a gastar sus tres variantes en futbolistas que, probablemente, no estaba dentro de los planes para entrar al terreno de juego.
El ejemplo más claro de deterioro fue el del hondureño Jorge Claros, quien estuvo en el campo durante dos minutos; sin embargo, no pudo correr.
Por su parte, la S no perdonó esa debilidad rival y empezó a mandar pelotazos a la banda para provocar que los zagueros erizos salieran de su zona.
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El delantero Johnny Woodly terminó como un central más, mientras que Jonathan McDonald hizo funciones de mediocampista de contención.
“Tuvimos desgaste, contra Santos controlamos todo el partido, atacamos y atacamos y mucha lluvia. Íbamos perdiendo y remontamos e hicimos un gasto físico muy grande.
”Contra Saprissa también se hizo un gasto físico muy grande y estas situaciones ya las hablé. Mauricio Montero, Jorge Claros, Kenner Gutiérrez fueron los afectados. El equipo se resintió porque las salidas de los tres fueron en muy corto tiempo. El equipo bajó su nivel físico, pero no bajó su determinación”, manifestó al respecto el técnico Guilherme Farinha.
El entrenador insistió en que sus pupilos no están mal preparados físicamente.
Aún es incierto si esos futbolistas se recuperarán para el duelo crucial ante Herediano, el próximo sábado a las 8 p. m.