Cuando llegue el momento de colgar los tacos Álvaro Saborío dice tener algo muy claro: no le interesa, en lo más mínimo, cómo será recordado.
Y no le interesa porque no lo ha pensado, porque no le preocupa y porque en el balance de su carrera dice tener su consciencia totalmente tranquila.
Pensará poco en los goles que hizo y casi nada en los que falló, recordará con alegría los éxitos y a veces también los fracasos, porque asegura que de todo aprendió en ese largo recorrido por el tantas veces ingrato fútbol.
Ese Saborío, infinitamente más maduro que aquel que se despidió de Saprissa con cartel de goleador, es el que ayer atendió a La Nación desde Estados Unidos y, el que habló largo y tendido, inclusive de la vez vez en que casi renuncia a la Tricolor.
¿Cuál es la valoración personal de su camino hacia Brasil?
Fue algo muy lindo, desde el inicio los compañeros me dieron el rol de líder, yo lo acogí y fuimos aprendiendo todos, creo que todo eso se dio por el apoyo de todos.
La ruta fue larga y hubo de todo, pero estuvo esa Copa de Oro de 2011 y aquellos dos penales que falló ante Honduras. ¿Fue el momento más duro en todo este camino?
Esa Copa de Oro fue bastante dura para mí, nunca me había pasado fallar dos penales en un mismo partido y después por todo lo que se dio ahí, por la salida de los jugadores, por el trato con la prensa... Por todo lo que se habló me pasó por la cabeza renunciar a la Selección, gracias a Dios pensé bien las cosas y seguí.
¿Quién lo convenció?
Hubo de todo, en ese momento tuve el apoyo de grandes amigos, de mi esposa, padres y hermanos, todos me tendieron la mano.
La afición se metió muy fuerte con usted después de eso pero lejos de caerse se convirtió en un líder. ¿Dónde estuvo la clave?
La verdad que sí fue un momento difícil ver a todo un país en mi contra, ver que todo lo que hacía estaba malo o tal vez estaba bien pero no lo reconocían, fue difícil, pero eso me dio la fortaleza para pensar bien qué era lo que quería.
La Selección carecía de esa voz de mando en el grupo y no había líderes ni interés de ninguno por serlo pero llegó usted y luego los demás. ¿Por qué el paso al frente?
Porque todo equipo y toda Selección necesita esas personas de apoyo para los jóvenes, de soporte para un consejo o levantar al que esté bajo, los que teníamos experiencia lo tomamos así, teníamos que guiar la Selección al Mundial y así fue.
¿Usted lo decidió solo?
Es que uno ve que las cosas cambian, antes uno veía jugadores como Erick Lonnis, como Luis Marín, Reynaldo Park, Víctor Cordero... En el caso mío yo me sentí como ellos en ese momento, yo veía a los jugadores como ellos nos vieron a nosotros y ahí lo decidí.
¿Cómo toma el haber anotado el primer y último gol tico en esta recién finalizada eliminatoria?
Es curioso, bonito, me hubiera gustado anotar en todos los partidos y poder ayudar más a la Selección en esos momentos difíciles, pero me voy contento por haber aportado al inicio y el final.
En dos juegos cruciales (Estados Unidos y México) apareció de relevo. ¿Siente que ese podría ser su rol o fue algo circunstancial?
Yo no lo veo así, si a uno lo llaman a la Selección tiene que adaptarse al rol del momento, también jugué mucho como titular, no me siento ni suplente ni titular indiscutible.
Segundo mejor goleador en eliminatorias y tercero de la Selección en la historia, además de goleador histórico del Salt Lake... ¿Qué dice todo eso de su carrera?
(Risas) Diay suena bien ¿verdad? Pero eso es esfuerzo, trabajo, el nunca desmayar en esos momentos difíciles, tener bien claras mis metas y siempre luchar por mis ideales y por ser importante donde esté.
¿Está satisfecho con lo que hizo a lo largo de todos estos años?
Sí, en todo lado que estuve anoté bastantes goles, el único fue Inglaterra donde no tuve mucho chance tampoco, pero por donde anduve respondí, me siento contento por como ha pasado mí carrera, me siento contento por los bajonazos y los altos, de todo aprendí.
Usted ya habló de retiro. ¿Lo sostiene o va a dejar que sea el tiempo el que decida?
Creo que me apuré un poco a decir que ese podía ser mi último partido clasificatorio, uno nunca sabe, lo dije por mi edad y porque sé que hay jugadores muy buenos atrás, pero si estoy rindiendo en mi equipo y rindo con la Sele lo pensaré.
¿En un futuro por qué cree que lo van a recordar, por los goles que hizo o los que falló?
No me interesa los que no hice, nunca he pensado en eso, veo videos de los que hago, no de los que fallo, pero sé como es el costarricense, sé lo que puede pasar si no anoto en un tiempo... Pero para decirlo claro no me interesa cómo me vayan a recordar, sé lo que hice, lo que hago y lo que voy a hacer, con eso estoy más que contento.