Lo intentó una y otra vez. En ciertas ocasiones falló su puntería, en otras se topó con las buenas atajadas de Mauricio Vargas y en algunas le faltaron milímetros para pegarle a la pelota.
Álvaro Saborío animó el fogueo entre Alajuelense y San Carlos, de anoche, en el Carlos Ugalde, que finalizó 1-1.
Aunque se quedó con las ganas de anotar frente a los manudos, el público local no le reprochó nada.
Los aplausos se los ganó por el empeño al pelear cada balón, porque se mueve bien en la zona de ataque y porque no ha perdido su don de pivotear para generar peligro.
Cumple como la figura de los Toros del Norte.
La primera jugada de peligro que generó fue al minuto 9', cuando su equipo ya caía 0-1 luego de la anotación tempranera de Seemore Johnson (4').
El artillero sacó un trallazo en el área pequeña, pero el balón fue rechazado por Mauricio Vargas, quien resistió debido a su buena colocación.
Buen punto para Vargas, aunque más adelante se dejó mucho el balón en los pies y casi lo pierde con el mismo Saborío.
El exartillero de Saprissa tuvo un par de opciones más en la primera parte.
Al 44' recibió un pase largo, pero cuando sacó el remate, Seemore Johnson logró desviar el esférico al tiro de esquina.
Un minuto después, Sabo se barrió, sin marca, pero no pudo conectar la redonda, que se quedó en las manos de Vargas.
Al 54', otra vez apareció Saborío, cuando se perfiló sin marca y sacó un cabezazo que parecía letal; no obstante, Vargas logró despejar la pelota.
El rebote le volvió a quedar a Sabo, aunque de forma incómoda, y lo envió a la gradería.
Tuvo otra ocasión al 61', muy clara. Fuera del área bajó la pelota de pecho para dársela a un compañero y de inmediato corrió al área pequeña.
Ahí recibió el esférico, pero no logró darle dirección hacia las redes, en momentos en que la defensa de Alajuelense pasaba grandes apuros.
Los goles. Los rojinegros se pusieron al frente con la anotación de Seemore Johnson, ese defensa central que se ha ganado la confianza de Benito Floro.
La acción se dio en un tiro libre que lanzó al área José Luis Cordero. La defensa sancarleña se vio mal, pues dejó a Johnson solo, a pocos metros del guardameta Román Arrieta.
La paridad llegó al 86'. Juan Vicente Solís le robó la pelota a Iago Soares y con una definición envidiable, bañó a Vargas.
El brasileño no hizo mucho por enmendar su error; solo atinó a pedir una falta inexistente.
Por momentos el juego tuvo episodios caracterizados por las faltas y la carencia de acciones de peligro en los marcos.
Alajuelense se vio muy mal en la segunda parte, mientras que los locales buscaron el marco con más coraje que fútbol.