El pago de $800.000 (¢436 millones) en efectivo o en propiedades, un bono total de $4 millones (¢2.168 millones) y el apoyo de seis ciudadanos estadounidenses como garantes, forman parte del nuevo paquete propuesto por Eduardo Li a la justicia de Estados Unidos con el fin de salir de la cárcel bajo fianza.
Anteriormente la oferta de Li consistía en el pago en efectivo de $300.000 (¢163 millones), responder por $4,7 millones (¢2.547 millones) con propiedades y tres garantes, en este caso, su esposa y dos hijos adultos.
Este último ofrecimiento fue rechazado por el juez Robert Levy, responsable del caso, quien le dio la oportunidad de mejorar la propuesta y analizarla en la audiencia del próximo martes.
En el documento de cinco páginas presentado ayer, Samuel Rosenthal, abogado del tico en EE. UU., detalla que le entregaron a la Corte datos financieros de las empresas de Eduardo Li y su cónyuge, además una carta donde se explica que los bienes que tiene en el país respaldan el pago de la fianza bajo la figura de cédulas hipotecarias.
Asimismo reitera que de obtener el beneficio de dejar la prisión, permanecería en un apartamento en Nueva York o en Miami, bajo las restricciones de seguridad que le imponga la Corte, entre ellas vigilancia las 24 horas del día, entregar el pasaporte al FBI, no tener contactos con otros implicados en el caso FIFA y utilizar un brazalete electrónico.
En la carta, de la que La Nación tiene copia, Rosenthal calificó como una cortina de humo el que la Fiscalía de Estados Unidos argumentara que Li podría huir a Costa Rica al no existir posibilidad de ser extraditado, ya que nuestro país no entrega a sus ciudadanos a otra nación.
Además, rechazó que el costarricense podría buscar refugio en otro país debido a los múltiples contactos que hizo durante su gestión como federativo, miembro de Concacaf y FIFA.
“Nos preguntamos si el Gobierno tiene alguna prueba para apoyar esta aseveración”, señala el letrado en la misiva.
Del mismo modo, la Fiscalía sostuvo que para que el tico deje la cárcel debían imponerle una fianza de entre $10 millones y $15 millones. Sin embargo, los familiares de Li enviaron documentos en los que aseguran no disponer de ese capital.
Los cargos contra el nacional son por conspiración de crimen organizado en primer grado, dos por conspiración de fraude electrónico, otros dos por conspiración de lavado de dinero y también dos por lavado de dinero.
La acusación alega que entre 2009 y mayo del año 2015, cuando fue detenido en Suiza, Li conspiró para aceptar y recibir más de $700.000 en sobornos a cambio de la adjudicación de derechos de comercialización de diferentes partidos de la Selección Nacional con la empresa Traffic Sport.