EscucharHeredia. El técnico Carlos Watson dice ejercer como contrapeso en el vestuario florense.
Si el equipo va mal, y abundan las críticas, él se encarga de levantar el ánimo y hacer ver que no todo está perdido.
Mas, si las cosas están saliendo bien, como en el actual arranque del Apertura, el estratega evita que sus futbolistas caigan en el triunfalismo exagerado. Y que se crean los elogios, hermanos siameses de cada triunfo.
“En este momento, los aficionados y ustedes (la prensa) van a decir que el equipo juega bien. El trato hacia los jugadores va a ser otro, y ahí es donde yo aprovecho para tratarlos de otra forma”, aseguró Watson en la zona mixta del Eladio Rosabal Cordero.
Aclaró que el rendimiento de sus pupilos lo tiene satisfecho. “El equipo camina como yo quiero, eso es evidente”. Pero agregó: “Es necesario recalcar algunas cosas, insistir, llamarles más la atención, ahora que vamos bien”.
De acuerdo con Watson, si llegan las derrotas le toca más bien subir la autoestima del plantel.
“Cuando las cosas no marchan y la gente es más severa, yo tengo que ponerme del lado de ellos, darles confianza, ampararlos.
“En cambio ahora, cuando me van a tratar a algún jugador de superestrella, yo tengo que meterme ahí y hacerle ver que no es así”.
Hacia el norte. Los florenses iniciaron ayer mismo su trabajo de cara al partido de reposición ante San Carlos, que se disputará mañana en el estadio Carlos Ugalde.
El volante brasileño Everton Fermino presentó ayer una contractura en la pantorrilla de la pierna derecha, pero el cuerpo técnico espera que la lesión sea superada antes del duelo en San Carlos.
Los florenses no podrán contar con el lateral izquierdo Júnior Díaz, quien vio la tarjeta roja en el último partido ante Alajuelense.
El técnico Watson también salió expulsado ese día, luego de un altercado con un aficionado que profirió insultos racistas.
Sobre este incidente, el estratega aseguró que ya pasó la página. Al parecer, las ofensas provinieron de un conocido que lo entrevistó otras veces para una emisora.
“Yo hablé con él y con su mamá el domingo. Es una gran familia, estaban apenados por lo ocurrido y el asunto no pasó a más”, señaló el timonel rojiamarillo.
No obstante, Watson sugirió que el futbol costarricense debería castigar con rigor los insultos racistas, como en otros países.
