El tumor benigno que presenta Gabriel Badilla en el costado izquierdo de su corazón no solo lo llevará al quirófano, sino que también lo expondrá a una de las operaciones más complejas que existen: una cirugía a corazón abierto.
Luego de una serie de exámenes, pruebas y valoraciones de especialistas, el cuerpo médico del Deportivo Saprissa determinó que ese será el proceder con el defensor y capitán morado, quien estará fuera de la canchas seis meses, según el parte preliminar.
“La recomendación por parte de los especialistas es realizar la cirugía lo más pronto posible con el fin de reducir al máximo el riesgo que existe y que en un periodo de entre tres y seis meses ojalá Gabriel pueda estar de vuelta en las canchas con toda normalidad”, explicó Esteban Campos, médico del equipo.
Según el galeno, el tumor, de un centímetro de diámetro, no está comprometiendo ninguna parte vital del órgano y eso ya es una ventaja, por lo que ahora básicamente se enfocan en definir los detalles de fecha y centro médico donde será intervenido el jugador.
Campos, además, habló sobre las implicaciones y temor que una operación de este tipo siempre trae, pero aseguró que en Costa Rica existen los mecanismos necesarios para llevarla a cabo con éxito.
“Sabemos que una cirugía cardiaca puede asustar a cualquiera pues tiene riesgos inminentes, pero sabemos también que en Costa Rica existe la tecnología necesaria y los profesionales capacitados para garantizar que el procedimiento sea exitoso”, añadió.
El tumor, según explicó el propio médico, no compromete por sí solo la vida del defensor, pero sí podría ocasionar problemas relacionados o incluso provocar la muerte si llega al torrente sanguíneo.
“Al ser un tumor benigno el peligro que existe no es que se disemine por el cuerpo, sino que a lo mejor pueda desprenderse y se vaya al torrente sanguíneo, comprometiendo estructuras como su cerebro. Esto podría ocasionar un panorama complicado e incluso comprometer la vida”, aseveró.
¿Cómo será? En resumen, la operación de Gabriel Badilla lo que buscará será extraer el tumor en su totalidad, sin necesidad de recurrir a otras prácticas como la quimioterapia o la radioterapia.
Para lograrlo los médicos encargados realizarán una incisión de unos 15 centímetros en el pecho del jugador y de ahí se abrirán camino hasta su corazón, para así poder retirar el tumor por completo.
Lo complejo de la recuperación viene después, pues para llegar a ese órgano se debe abrir el tórax, de ahí el término “corazón abierto”.
Aún con todo esto, la carrera del capitán seguirá, pues como dijo el defensor ayer con una sonrisa: “Hay Gabriel Badilla para rato”.