Lo que por generaciones fue el sello de la casa está abandonando los pasillos del Morera Soto. Adiós al típico look de colochos rebeldes y vestimenta descuidada, que por décadas enmarcó a los ídolos manudos como Óscar Ramírez, Mauricio Montero o Wilmer López.
Para acelerar la transición del pelo suelto al “enchaquetado” profesionalismo, la Liga contrató a un asesor de imagen y comunicación, para que les marque el camino.
Mauricio Mayorga, formado en los Estados Unidos en liderazgo y comunicación, es esa nueva figura –atípica del fútbol nacional– cuya misión es ayudar a que se comuniquen bien los mensajes de los cabecillas erizos: el director técnico y el presidente, Raúl Pinto.
“Dentro del plan institucional del equipo está el eje de comunicación; entonces, un servidor está asesorándolos para que todos los mensajes que la institución tiene que comunicar se hagan de la mejor manera”, comenta el asesor.
Acepta una pequeña cuota de responsabilidad en la nueva imagen de Ramírez y las declaraciones más cometidas del presidente Raúl Pinto; pero en el caso del “peluqueado” del Chunche aseveró: “Habrá que preguntárselo a él”.
Montero fue quien, por aparte, decidió “apearse” la melena, tras hacer conciencia de que el 19 de octubre cumple 50 años y “ya no es un carajillo”.
El nuevo Óscar. En el partido contra el Fulham inglés a muchos llamó la atención que Machillo saliera con saco al banquillo. Lamentablemente la tormenta le aguó el look profesional de la noche.
Muchas cosas han cambiado en Óscar tras su sabático de cinco meses, principalmente en su trato con la prensa, a la que ahora atiende con mucha más cordialidad.
“Es un tema de consejos nada más, no es como que sea impositivo. Es entender la responsabilidad del puesto de uno con la institución”, explica Ramírez.
El estratega no volvió a llegar a una rueda de prensa sin bañarse y peinarse primero, se preocupa por entender las preguntas y repite, si es necesario, para que se entienda lo que quiere transmitir.
En cuanto a Pinto, del directivo cada vez se sabe menos y ha dejado de protagonizar las polémicas que tanto lo identificaron, especialmente en la primera mitad del año.
“Uno de los aspectos más importantes es la calma, no irse por aspectos puramente emotivos, sino la capacidad de raciocinio y tranquilidad. Tal vez el semestre pasado yo era una persona un poco tempestiva”, comentó Pinto.