Puntarenas. Uruguay de Coronado venció anoche al Puntarenas F. C., en su propio estadio, y lo tendió en la lona donde difícilmente se podrá levantar.
Si Puntarenas necesitaba un triunfo –llegó a cuatro partidos sin ganar– era ayer: la mejor oportunidad de acortar distancias con Uruguay en esa lucha por el no descenso.
No obstante, las inocencias en marca y los errores de su portero terminaron por sepultar las opciones de ver la luz y salir de lo profundo del descenso.
Ahora la diferencia entre ambos es de siete puntos a falta de tres jornadas para el final del torneo, tarea complicada para un técnico emergente como Victorino Quesada.
Descuidos. Pese al bajo cartel de ambos equipos, el juego fue bastante movido y con ricas emociones para deleitar al poco público en la gradería del Lito Pérez.
Muestra de ese acelerado ritmo fue el gol porteño tempranero, apenas a los siete minutos.
El pequeñito motor porteño, Diego Brenes se escapó por la derecha y con un centro preciso dejó servida ene l área la pelota a Álvaro Peña para abrir el marcador. Sin embargo, siete minutos más tarde el conjunto lechero aprovecharía un descuido del joven portero porteño Joao Mora, quien soltó un balón en el área para que Pablo Herrera sellara el empate.
Los laterales isidreños cerrarían una gran noche, pues Roy Myrie le daría el triunfo a los visitantes tras rematar solo de cabeza sin dejarle opción Mora de reaccionar.
El portero chuchequero pudo hacer más en la jugada, no obstante se quedó clavado bajo el arco.
Los mejores momentos porteños se dieron en el inicio de la parte complementaria. Fue ahí donde se encontraron con un penal a su favor en falta que detendría con colmillo el portero uruguayo Ricardo González al minuto 51’.