Alajuela. Anoche, el Puntarenas F. C. hizo algo más que ganarle un partido a Liga Deportiva Alajuelense. Anoche, el Puerto sonrojó a los manudos, le acrecentó las angustias y el calvario de este arranque de temporada.
Un rotundo 0-3 en el mero Alejandro Morera Soto dejó a los liguistas en estado comatoso en su respectiva serie por la Copa de Campeones de la Uncaf.
Los liguistas deben ir el próximo miércoles a tratar de revertir la tunda que le dieron anoche.
Puntarenas fue un equipo ordenado, eficiente y eficaz, cuyo juego supo sacar provecho al máximo de las carencias rojinegras.
Citemos, por ejemplo, la deficiencias en la salida de la Liga: en los tres goles la zaga manuda fue tomada a contrapié.
Espejismo. Alajuelense tuvo un inicio que parecía augurar mejores cosas. Por su parte, el arranque de Puntarenas fue incierto y pudo haber estado con el marcador en contra apenas en los albores del juego.
El remate de Carlos Salazar (minuto 2) fue contenido por el meta naranja, Shane Orio.
Cuando el Puerto abrió el marcador (15’), la coherencia y el juego liguista se quedó en nada.
El tanto de Mario Camacho –a un pase perfecto de Kurt Bernard– evidenció las carencias defensivas de los rojinegros por el centro de la defensa.
Camacho se fue solo, solito, como si estuviera en tierra de nadie, a enfrentarse a Ricardo González: el mano a mano lo resolvió con un toque justo a su derecha.
Ese gol cayó mal en el ánimo de los liguistas y para decirlo pronto, la Liga se acabó. Por el contrario, Puntarenas se asentó sobre el terreno de juego.
Una falta innecesaria de Eduardo Gómez contra Cristian Oviedo fue sancionada como penal por el central Ó scar Bardales. Cobró Carlos Hernández y contuvo Orio..., pero Bardales ordenó repetirlo (solo él sabrá la razón). El nuevo cobro de Hernández terminó en algún lugar del Morera.
Así el juego era de Puntarenas, que debió haber marcado un segundo gol (al 17’) pero el remate de Bernard se fue por muy poco.
Al regreso el mismo panorama: la Liga presa de una desconfianza pavorosa y un Puerto tranquilo.
José Macotelo casi pone el 0-2, pero la intervención de González lo evitó (56’).
Sin embargo, el novato no se quedó con las ganas y al 78’ sí marcó el segundo y dejó a la Liga rodilla en tierra. La puntilla se la dio Álvaro Guerrero.
Anoche, Puntarenas no solo le ganó un juego a la Liga. Anoche, el Puerto le dio una tunda y la sonrojó como pocas veces.