Aunque las deudas con la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) los tienen contra las cuerdas, Orión y Ramonense se niegan a darse por vencidos y lideran una lucha legal y económica por mantenerse vivos en la Liga de Ascenso.
Desde hace tres semanas, ambos clubes no ven acción la Segunda División, pues aparecen morosos ante la Caja. Acogido a una directriz de la Federación Costarricense de Futbol (Fedefutbol), el Comité Director del Ascenso decidió no programarles partidos, hasta que pongan al día su situación con la CCSS, como ya lo hicieron otros de los 18 clubes de la categoría.
Sin embargo, azulgranas y poetas deben sumas millonarias. Aunque han tratado de saldar sus obligaciones, no cumplieron con los plazos establecidos por los federativos, lo que podría llevarles a descender o perder la categoría.
En octubre del 2012, el Comité Director de la Fedefútbol emitió una directriz que establecía que, a más tardar el 31 de diciembre de ese año, los clubes de Primera y Segunda División debían saldar sus cuentas pendientes con la CCSS.
No obstante, el 12 de enero del 2013, el Torneo de Clausura arrancó con solo cuatro partidos, porque Barrio México, Turrialba, Ramonense, Osa y Orión aún estaban morosos, mientras que Alajuela Jr. y Guanacasteca no aparecían inscritos como patronos ante la Caja.
A petición de los clubes, la Fedefútbol amplió el plazo hasta el 20 de marzo, pero después de ahí, el Comité Director de la Liga de Ascenso no ha programado partidos a los clubes morosos con la CCSS.
Según el Comité Director, a esa fecha, solo Ramonense y Orión FC no habían logrado certificar un arreglo de pago con la CCSS; mientras que los clubes Aserrí, Guanacasteca, Cariari y Cartagena aparecen como patronos inactivos.
Arreglos. Cumplir el plazo fijado por la Fedefútbol, el 20 de marzo pasado, puso en aprietos a clubes como Barrio México, que logró un arreglo de pago con la institución tras hipotecar una propiedad.
“La situación que el club heredó de Liberia Mía es muy dolorosa y recoger ¢6 millones, para amarrar el arreglo, y después cumplir con una deuda total de ¢27 millones, no es ‘flor de un día’”, afirmó Rolando Zelaya, presidente mexicanista.
Ramonense es quizá el caso más alarmante. Para pagar una deuda de ¢111,6 millones, la dirigencia del club se alió con el Comité Cantonal de Deportes y la Municipalidad de San Ramón, y en conjunto, le ofrecieron a la CCSS una propiedad municipal en la ciudad poeta.
“El lote está valorado en más de ¢300 millones, con eso pagaremos la deuda y el resto será invertido en el desarrollo deportivo”, explicó su vicepresidente, Eduardo Arias.
En una reunión sostenida el miércoles último, la CCSS aceptó la compra de la propiedad; sin embargo, el Comité Director de la Liga no acreditó este acuerdo como el fin de la morosidad ramonense, y sigue sin programarle partidos.
Por su parte, Orión FC mantiene una lucha legal con la Caja para saldar una deuda de ¢58 millones que, según la institución, le corresponde pagar al club, como herencia de la administración de Mínor Vargas con el Brujas FC. El presidente de Orión, Juan Luis Hernández, entabló una demanda ante un Tribunal Contencioso Administrativo para definir el monto de la deuda y pedir la programación de juegos.