Celebrar es la mejor parte del fútbol, aunque muchas veces viene incluido con los festejos sufrir y apretar los puños para sostener un marcador. Saprissa experimentó todas esas sensaciones en el partido ante Pérez Zeledón, en que se impuso 1 a 2.
Los morados comprendieron a la perfección el juego que debían realizar en una cancha pesada por las lluvias: aseguraron la zona media con Juan Bustos, Marvin Angulo y Ulises Segura en labores de recuperación y creación, regalaron la iniciativa por lapsos y apostaron por salir rápido por los costados.
Luis Stwart Pérez inquietó por la derecha, Daniel Colindres aportó sacrificio y desequilibrio por la izquierda y David Ramírez molestó, presionó y tiró diagonales como punta.
Los generaleños, por su parte, manejaron más la pelota y llevaron la iniciativa en la primera parte, pero no tuvieron claridad e ideas en el último cuarto de cancha, a diferencia de lo que hicieron los visitantes.
El conjunto que dirige Carlos Watson salió decidido a aprovechar la más mínima posibilidad para golpear y apenas en el minuto cuatro se fue arriba en el marcador. Julio Cascante se impuso en el aire a Porfirio López, en un cobro de tiro libre de Angulo.
El gol aturdió a unos generaleños que por más que presentaron cinco cambios en su once, luego de la goleada recibida el fin de semana anterior 4 a 0 ante Santos, no tuvieron entendimiento entre sus líneas, empezaron a lanzar centros sin sentido y fueron presa fácil de la zaga de la S.
Los tibaseños mantuvieron su estructura y explotaron las transiciones rápidas por los costados, al punto que en el 23' Joseph Mora arrancó desde su propio campo, desbordó a cuanto rival se le puso al frente y envió un servicio preciso para Ramírez, quien no lo pensó dos veces y remató cruzado para celebrar su primer tanto en el Torneo de Apertura.
Tal y como sucedió en el debut ante Carmelita, Saprissa se vio en ventaja por dos anotaciones en apenas 23 minutos, un panorama idóneo para manejar el compromiso y meter al oponente en el juego que conviene.
La claridad de los morados para ejecutar el plan de Watson fue tal, que hasta en el 28' Pérez realizó su primer remate desviado y cerca del final, en el 40', probaron por primera vez las manos del arquero Aarón Cruz.
El par de bofetadas de los saprissistas hizo despertar finalmente a los dueños de casa en el complemento. Los generaleños encimaron desde el inicio de la segunda parte, cortaron la conexión en la medular morada y sacaron provecho de las salidas por lesión de Bustos y Mora.
La producción visitante desapareció, las piernas empezaron a pesar y los de Watson se limitaron a defender y esperar.
La verguenza deportiva y los ajustes del timonel José Giacone les valieron a los locales para descontar finalmente en el 66', luego de tocar la puerta de la portería de Cruz una y otra vez.
Pablo Azcurra aprovechó un balón suelto que quedó en el área, luego de un remate de Mauricio Núñez, se quitó a Julio Cascante y descontó. Un tanto justo para un equipo que luchó contra sus propios errores.
Los tibaseños pasaron de los festejos al sufrimiento, al punto que en el 75' Angulo se convirtió en salvador, pero por lo hecho en su propio arco, al sacar un balón de la línea.
Como si fuera poco, en el 90+3' Lauro Cazal dejó ir una oportunidad idónea para empatar, al fallar desde los once metros. La equivocación del atacante le devolvió el alma al cuerpo a los morados, tras la falta de Henrique Moura sobre Josué Mitchell, que por poco apaga la sonrisa de la S.