Cartaginés bloqueó a Saprissa con un fútbol agresivo, pero no sucio; para empatar cero a cero y detener la racha goleadora, de diez celebraciones en las primeras tres fechas.
El entrenador brumoso planteó un encuentro en el que la fórmula que utilizó estaba clara desde el primer minuto: orden defensivo, presión hombre a hombre desde la media cancha y sobre todo muchas hormonas en sus futbolistas.
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Así anularon a los cerebros Mariano Torres y Marvin Angulo, además de secar al goleador Fabrizio Ronchetti.
Apenas en el minuto 3, cuando Angulo tocaba su primer balón, Mauricio Mazzetti, el central argentino, le hizo una falta para marcarle el terreno. Desde ese momento, el saprissista prefirió jugar de primera antes de apostarle a una individualidad.
Pero no fue que el club dirigido por Jeaustin Campos llegó a pegar; por el contrario, se impuso en fuerza sin afán de hacer infracciones.
Ronchetti perdió un duelo con Mazzetti, Ricardo Blanco barrió a Heiner Mora por derecha, Néstor Monge también venció al pelear frente a Ulises Segura y Angulo.
La idea futbolística del plantel de la Vieja Metrópoli no fue atractiva, mas sí efectiva para controlar a equipos que tienen gusto por la posesión del balón.
Los saprissistas extrañaron en el juego de ayer los chispazos que mostró Torres en su primer duelo, en el cual hasta anotó.
Tampoco aparecieron los goles de una artillería que venía enrachada, misma que anotó tres dianas ante San Carlos y Universidad de Costa Rica, y le encajó cuatro a Carmelita.
Fabrizio salió lesionado en el 46’, producto del juego fuerte, y todo el peso del ataque de los hombres de Carlos Watson recayó en Daniel Colindres.
El hábil atacante marcó diferencia en el uno contra uno, aunque sus centros terminaron en rechaces blanquiazules.
La opción más cercana a un gol que tuvo la S fue en el 74’. Colindres se escapó por la banda izquierda y una vez adentro del área rival, remató de zurda; el disparo salió apenas desviado.
Jeaustin había anunciado previo al juego que se encerraría frente al Saprissa; al final mintió, porque en la primera parte intentó presionar en la media cancha rival y consiguió incomodar.
Danny Carvajal tuvo una parada determinante en el 62’. El cuidapalos sacó un disparo a quemarropa de Randall Alvarado y salvó su portería.
Las ganas del Cartaginés fueron la clave para frenar un Monstruo que venía envalentonado.