Con temple de montador y alegría de güipipía, Libera sosegó el infierno del Lito Pérez de Puntarenas y labró el regreso del fútbol de Primera División a la provincia de Guanacaste.
En la sapiencia de un “viejo coyote”, Orlando de León –con su sexto ascenso en Costa Rica–, el talento en las piernas y el alma de una planilla 99% guanacasteca, se labraron las claves para consumar el 1-0 de la ida en un 2-1 global que le abre las puertas de la máxima categoría al Municipal Liberia.
El gol de René Miranda en el Puerto consagró un ascenso que el balompié costarricense recibe con alegría, pues con los liberianos sube el lujo del estadio Edgardo Baltodano y la esperanza de unas divisiones menores que siempre aportan futbolistas de calidad.
El muro pampero. Los naranjas iniciaron el juego como el ambiente y la lógica exigía: en procura de una anotación tempranero que les nivelara la serie.
Mas, dos contragolpes prolijamente conducidos por Kenneth García pronto le crisparon los nervios al local.
Eso obligó a que el equipo de Luis Diego Arnáez se ubicara con más mesura en la cancha y pasara a depender del peligro generado por Jean Carlo Sánchez y un Francisco Flores ubicado prácticamente de volante por el acomodo a línea de tres.
De esa banda izquierda llegaron las mejores acciones, si bien la falta de dirección y sentido en los centros chocó una y otra vez con el orden implementado por el estratega de De León.
Lea: Aficionados de Liberia festejaron con sus héroes hasta el amanecer.
Por eso el primer tiempo pasó con una sola clara ocasión de gol, al 40’, en un mal despeje que Johnny Chacón batalló hasta conseguir un remate que comprobó las capacidades del buen guardameta Douglas Forvis.
Penal decisivo. Los ajustes de Arnáez en el entretiempo sirvieron para que el Puerto hallara más volumen ofensivo en el inicio de un trepidante complemento.
De ahí que Forvis tuvo que ponerse el traje de héroe. En 12 minutos le detuvo dos remates a Luis González y apagó la efervescencia del Lito Pérez.
El primero fue un remate mordido que Chicharrón sacó por el costado derecho. El segundo, aún más trascendental, fue luego de que la maña de Mario Camacho produjera un penal, al 54’, que González cobró con debilidad.
Forvis adivinó, salió victorioso y desanimó al local.
El susto sirvió para que Liberia recordará que para ascender la inteligencia no bastaba y hacía falta poner más agallas.
Los guanacastecos tomaron un segundo aire, empujaron contra hacia el área rival y propiciaron la jugada que Wálter Chévez centró desde la izquierda para que Miranda se levantará como toro pampero y cabeceara el gol que cargaba de ilusiones a la gigante provincia de Guanacaste.
Con el ascenso escapando de sus manos, Puntarenas reaccionó con la fuerza de un equipo que también pudo merecer el premio. Flores estrelló un remate durísimo en el horizontal, al 81’, y Chacón encontró el empate y descuento del global, al 90’+2.
Mas el tiempo no alcanzó y los aficionados, borrachos de frustración, ensuciaron en la invasión del epílogo la imagen de dignidad que dejó su equipo .