Cristiano Ronaldo consumó un paso más en su interminable y ambiciosa carrera por agrandar su ya gigantesca huella entre los anales del balompié mundial. Su tercer Balón de Oro significa para el luso un arma más, otro argumento en una contienda que debe ganar antes de enfrentarse a la historia, la de una discusión que pínta para ser sempiterna: ¿es mejor que CR7 o Lionel Messi? Ayer ganó una batalla más...
En España –donde se anida un debate con tintes de dialéctica– ya se habla del “4-3”, los cuatro premios del argentino del Barcelona ante los ahora cercanos tres del portugués del Real Madrid.
Son los rostros de la rivalidad deportiva más grande del siglo, la del gran clásico español; los goleadores imparables, y –sobre todo– los dos tipos venidos de otro mundo, que han dado un significado preciso a la palabra “superlativo” en las canchas de fútbol.
Premio con calma. Si el año pasado Ronaldo tuvo que emprender campaña y rompió a llorar cuando recibió el reconocimiento al mejor futbolista del planeta, en ésta gala se le vio calmado. Más merecedor, podría decirse, que en enero del 2014, cuando la oposición se veía mucho mayor.
61 goles en 60 partidos... un increíble promedio de anotación que bien podría hablar por si mismo. También sus cuatro títulos merengues (Champions, Mundial de Clubes, Copa del Rey y Supercopa de Europa).
En contra, el gris Mundial provocado en parte por ese esfuerzo extra para hacerse con el récord goleador de la máxima competición de clubes (17 goles en una sola campaña) y sostener al Real en la puja por el título de la Liga.
De Messi, éste 2014 la competencia fue opaca. Los récords de goleador de la Champions (75 por 73 de CR7) y de la liga española (259), y la final en Brasil 2014 no alcanzaron para encubrir a un calendario que se fue completamente en blanco para el Barça .
Por eso, un portero, el alemán Manuel Neuer, se ceñía como el mayor peligro. Siempre hay quien le apuesta a la justicia y decide premiar al campeón en los años de Mundial. No pasó, el voto por la campeona Alemania se dividió entre sus varios estandartes: 15,72% para el meta, 5,42% para el goleador Thomas Mueller, 2,90% para el capitán Philipp Lahm, 1,43 % para Toni Kroos, 0,84% para Mario Göetze y 0,57% para Bastian Schweinsteiger.
