Cartago. La alineación brumosa estuvo plagada de jugadores que hacen sus primeras armas.
Uno de ellos, José Adrián Marrero, dio la nota más alta al debutar con un gol de buena factura.
Por su dribling y velocidad, el novato Marrero –de 20 años y 1,68 m de estatura– fue peligro constante para la defensa del Pérez.
Fue el permanente goleador del Colegio San Luis Gonzaga en Juegos Estudiantiles, y en los equipos de Juegos Nacionales de San Rafael de Oreamuno, su pueblo natal. También fue seleccionado sub 17 y jugó futbol salón.
“Cuándo el sábado el técnico me dijo que iría de titular, fue una sorpresa y me costó conciliar el sueño. Soñé que en este debut anotaba un gol, lo que gracias a Dios fue una realidad”, comentó luego del partido.
Aparte del futbol, el joven volante se dedica a diseñar páginas de Internet y a la reparación de computadoras.
El argentino Sebastián Pol también se estrenó ayer como jugador brumoso, aunque no logró descollar tanto como Marrero.
Pol llegó en sustitución del colombiano Richard Valencia, que sin embargo aún no ha sido desinscrito pues el técnico Mora y representantes del jugador pidieron una segunda oportunidad para el torneo de Clausura.
La ficha de Pol pertenece al Pachuca de México, que lo cedió a Cartaginés esta temporada en condición de préstamo.
Además de esos dos nuevos valores, Cartaginés empleó a otros futbolistas jóvenes como Andrés Sanabria y ya los más consolidados Esteban Granados, Paolo Jiménez y Berny Solórzano.
Por otra parte, esta victoria ante Pérez Zeledón deja al cuadro de la Vieja Metrópoli al alcance de la “meta” de siete puntos en tres partidos que le impuso la directiva antes del juego en el Puerto.
No obstante, el fiscal Gerardo Machado aclaró que de no alcanzar esa cifra no han pensado en despedir jugadores o al técnico.
“No es un ultimátum como algunos entendieron”, recalcó.