Lo de la Liga ayer fue heroico, honroso, espectacular... Como quiera decirle, pero que sea un calificativo que suplante lo que que antes de las 6 p. m. de ayer eran improbable y milagroso.
Sea usted manudo, morado, herediano, en fin, cualquiera que sean sus colores, se debe reconocer que lo de Alajuelense fue una proeza. Y por demasiadas razones.
La práctica: se clasificó a cuartos de final de la Liga de Campeones de Concacaf, luego de estar intentándolo desesperadamente por tres años. Adiós a la bestia negra de Óscar Machillo Ramírez.
La histórica: triunfó en un compromiso oficial de clubes en el estadio Azteca y ante su dueño, siendo el primer equipo tico en hacerlo.
La significativa: le dio otro golpe fatal al magullado fútbol mexicano y justo después de que la Selección Nacional casi los elimina del Mundial de Brasil 2014 (lástima que el Team no puso la cereza).
Para destacar. Sí, está claro, no fue un juego brillante. La Liga no es el Arsenal (el equipo de moda hoy en día) para tirar las campanas al vuelo y pensar que volverá al país a pasearse por el campeonato local.
Pero eso es para otra página y para otro momento.
Aquí se trata de cómo Alajuelense, “apenas” el tercer lugar del Torneo de Invierno 2013, venció al “gran” campeón de México, ese que cataloga la prensa azteca como el mejor de los últimos tiempos, ese que desde hoy en adelante casi que solo se cambiará de camiseta por una verde para ir a disputar el repechaje hacia el Mundial ante Nueva Zelanda. Con entrenador y todo.
Es que hay que recordarlo, el técnico Miguel Herrera convocó el domingo a diez de sus jugadores para la repesca que tendrá en noviembre ante los océanicos. Todos estaban ayer en la ya devaluada cancha del Coloso de Santa Úrsula.
Todos los que tengan que ver con la institución manuda pueden estar orgullosos. Sin importar si desde el minuto uno ya gritaban “vamos, solo 89 más así”.
Primero, por sus propias metas deportivas y financieras como club y segundo, porque su técnico y sus jugadores le dieron al país otra gran alegría, puesto que son muchos los que se unen a la algarabía de ver un nuevo triunfo del fútbol costarricense sobre el alicaído balompié mexicano. Basado en la transmisión de Repretel Canal 6. Colaboró Gerardo Coto.