La acrobática acción para lanzar saques de banda no es nueva para Mayra Almazán, pues lo entrena desde niña y la hizo popular en Estados Unidos, donde combina los estudios con la práctica del fútbol.
Pero la osadía de la volante de Costa Rica ya la trasladó al Mundial Femenino Sub-20 en Canadá.
Ella se lució en la primera parte del duelo contra Paraguay, el sábado pasado, cuando hizo las delicias de los aficionados en Montreal.
Tras forzar un saque de banda, Mayra puso de nuevo el balón en juego de un modo particular: agarró la bola más allá de la línea y, con una voltereta frontal y espectacular, lo lanzó de vuelta a la cancha.
“El gesto levantó a los espectadores de los asientos”, dijo la FIFA.
Dos veces lanzó la bola al área; la primera le salió un centro perfecto, pero en la segunda no le fue bien.
La jugadora de la Universidad Azusa Pacific, en California, explicó que este saque de banda lo aprendió durante un torneo en California, cuando tenía 10 años.
“Vi a una muchacha hacerlo y me encantó. Primero lo aprendí a hacer la vuelta sin la pelota, pero después me golpeé la espalda muchas veces y, poquito a poquito, lo comencé a hacer con la pelota”.
Almazán aceptó que el método lo usó en citas colegiales y universitarios y hasta dio cuatro asistencias de gol al aplicar la maniobra.
La jugadora reveló que si hay concentración y la técnica se domina, todo se torna fácil y se logra la perfección. “Si todo sale bien, el saque es como un tiro de esquina. Y si me ponen ante Nueva Zelanda, espero dar una asistencia así”, declaró Almazán, la autora del salto.