San José
Noelia Bermúdez, la portera de la Sub-20 de Costa Rica, casi no durmió ayer, ni se explica qué le pasó cuando faltaban dos minutos para el final con Paraguay, por el Mundial Femenino en Canadá.
Costa Rica iba a rescatar un punto en el grupo D, pues igualaba 1-1, pero la acción en Montreal de la sancarleña de Cutris, al frenar con falta a la guaraní Maribel Portillo, propició la derrota 2-1 y la inminente eliminación tica.
Ella no se escondió, dio la cara con miras al juego en Toronto, el miércoles ante Nueva Zelanda.
“Eran los últimos minutos y el empate nos servía, pero queríamos ganar. La jugada del penal fue muy rápida y tuve que tomar una decisión de segundos... salir por la bola, pero la rival me enganchó y me llevé sus pies”, dijo.
“Yo asumo la responsabilidad por un error que nos costó el partido. Recibí mucho apoyo por redes sociales y mensajes de texto. Las compañeras y el cuerpo técnico también me respaldaron”, agregó la guardameta.
“Me dicen que fue un error del grupo, no me culpan, aunque yo tengo claro que fue un error personal. Medité mucho durante la prueba doping y, la verdad, dormí poco, pues me dieron las 4 a. m. aún levantada”, confesó a sus 19 años.
"Yo terminé el partido jugando y llorando, fue complicado, porque era inevitable no sentir ese sentimiento de culpa, porque el partido se les fue en los últimos minutos".
“Aunque me equivoque y no tome las mejores decisiones, me sentía destrozada por dentro. Pero, como líder, siempre trato de levantarles el ánimo”, reseñó Noelia.
“Me siento afectada, golpeada, pues no me explico el por qué de las cosas, pero son hechos que Dios me pone en la vida y eso me ayudará a sacar el carácter que uno tiene”, detalló la nacional.
“Ahora es cuando más fuerte debo estar para levantarme. Solo quiero que sea el próximo entrenamiento y botar toda la rabia que siento conmigo misma. Si el profe me da otra vez el chance, quiero cerrar el Mundial de buena manera”, argulló.
Noelia Bermúdez pertenece a los procesos de selección desde hace tres años, tras jugar en San Carlos, Flores y Herediano. Su ilusión es jugar profesionalmente en el exterior, pero por ahora estudia cartografía y diseñó digital, en la Universidad Nacional en Heredia.