Redacción
El Real Madrid tocó la gloria una vez más en este 2014 para dejarse el Mundial de Clubes, un torneo al que llegó como favorito y cumplió con su papel, no solo al ganarlo sino por el estilo de juego desplegado en cada encuentro.
Los merengues, con Keylor Navas en el banquillo, triunfaron 2-0 ante un San Lorenzo y alzaron su cuarto título de 2014. Es la primera vez que levantan esta cantidad de trofeos en un año natural.
Además de la Copa del Mundo, el Madrid ganó la Copa del Rey en Mestalla (tras ganar al Barcelona), la décima Copa de Europa en Lisboa (al vencer al Atlético de Madrid) y la Supercopa de Europa en Cardiff (al derrotar al Sevilla).
Este sábado, con un Real Madrid nervioso en los primeros minutos, pero contundente de cara al gol; el conjunto argentino hizo su juego aparte, se encargó del juego brusco y de una sólida defensa con hombres de experiencia como el colombiano Mario Yepes.
El primer tiempo casi termina sin goles, pero al 37' apareció Sergio Ramos con la especialidad de la casa: la táctica fija.
Ramos tomó un centro de Tony Kross y lo envió al fondo de la red de cadeza.
Para la segunda mitad, la tónica fue la misma: un equipo español tirado al frente con remates de media distancia de Cristiano Ronaldo.
Al 51', llegó la estocada con un zurdazo de Gareth Bale, quien remató con la displicencia de la zaga sudamericana.
El balón se le fue al arquero Sebastián Torrico y en ese momento el juego estaba liquidado.
Ronaldo buscó su gol por todos los medios, de pierna derecha, de izquierda y de cabeza, pero nunca llegó.
El Real Madrid se adueñó del último título en disputa del año para cerrar una temporada de lujo.
En una ceremonia celebrada en un escenario instalado en el césped del Gran Estadio de Marakech, Casillas recibió el trofeo de manos del príncipe heredero al trono de Marruecos, Moulay Hassan, de once años e hijo mayor de Mohamed VI y de su esposa, Lalla Salma. El Príncipe, antes de iniciarse la final, ya tuvo la ocasión de saludar a los futbolistas.
Esta entrega fue la coronación de los actos posteriores a la final, en los que se concedieron y entregaron los premios a los mejores jugadores (Sergio Ramos Balón de Oro, Cristiano Ronaldo de Plata e Ivan Vucelich de Bronce, así como Iker Casillas recogió el del Juego Limpio).
Tras las entregas de las correspondientes medallas al equipo arbitral de la final y a los componentes del San Lorenzo argentino y del Auckland City neozelandés, segundo y tercero del Mundial, fue el momento del Real Madrid.