La delantera Carolina Venegas nunca renunció al sueño de ir a un Mundial. Ni siquiera cuando estuvo, en dos períodos diferentes, seis meses fuera de las canchas.
Quizás fue su olfato goleador el que no la dejó. Quizás presentía que anotaría el gol con el que Costa Rica derrotaría ayer a México y se pondría un pasito más cerca del Mundial de Canadá 2015.
Venegas, quien sabe lo que es ser mundialista Sub-17 y Sub-20, tuvo cirugías por ruptura de ligamentos en ambas rodillas, la última en el muy cercano 2013. Sin duda, devastadora para cualquiera.
Pero no para ella. Volvió y se convirtió en la máxima artillera de la Primera División Femenina con Saprissa, ayudando al equipo a levantar el cetro este año.
Y lo hizo con la ilusión de estar allí, en Kansas City, disputando una eliminatoria a un Mundial Mayor, el eslabón que une a gran parte del actual equipo tico.
Así, según cuenta su entrenador en el Monstruo , Alejandro Pacheco, ella se mantuvo firme, paciente, motivada, sacrificada...
“Ella es una muchacha que trabaja intensamente. No cualquiera se levanta de lo que le pasó. Creo que su máximo atributo es la disposición que tiene. Es una hormiguita”, dijo el timonel.
“Las seleccionadas del equipo lo hablaban. Tenían bien claro que esta oportunidad es única. A muchas es lo que les hace falta en su currículo y a como se ve ese grupo, lo van a lograr”, agregó el entrenador tibaseño.