Los libros de historia dicen que la constelación mayor de la historia del fútbol la componen el rey Pelé, Diego Armando Maradona, Franz Beckenbauer y Johan Cruyff; dicen, también, que el quinto puesto fue de Alfredo di Stéfano, el único de los cinco que nunca jugó un mundial, el de las tres selecciones nacionales, el que convirtió al Real Madrid en una potencia dominante desde su llegada al club en 1953.
Del Madrid se marchó en el 64 como jugador, aunque perteneció a la casa blanca hasta su muerte, recién en julio del 2014. Durante su estancia activa en el club, consiguió multitud de títulos como equipo y reconocimientos individuales. En 1961, junto al cuadro blanco, se enrumbó en una gira mundial que lo trajo hasta el césped del antiguo Estadio Nacional de Costa Rica.
La Saeta de Fuego llegó, junto a sus compañeros, el 15 de agosto de 1961 y se enfrentó al Deportivo Saprissa, al que derrotó cuatro goles a dos.
“La gente estaba muy ilusionada por ver a un equipo del prestigio del Real Madrid, por lo que el Estadio Nacional lució casi lleno. Vino gente de todas partes de Centroamérica, México y Estados Unidos”, recordó, en el 2011, el guardameta morado en ese duelo, Mario Flaco Pérez.
El cuadro blanco, flamante ganador de la Copa de Europa, trajo a todas sus estrellas a nuestro país, en cuenta el húngaro Ferenc Puskas, el uruguayo José Emilio Santamaría y el español Francisco Gento.
Ninguna estrella, sin embargo, brillaba más fuerte que Di Stéfano. El hispano-argentino atendió a los periodistas de La Nación de la época; habló sobre su paso por Colombia –antes de cruzar el Atlántico jugó cuatro temporadas con el Millonarios–, donde enfrentó a varios jugadores ticos de los que guardaba memoria, como Jorge Rodríguez, Mario Murillo, Carlos Silva y Carlos Alvarado.
El choque entre Saprissa y el Madrid fue un acontecimiento en la vida del país. Previo al pitazo inicial hubo una competencia de motociclismo y un juego de fútbol femenino, que el Deportivo Femenino Costa Rica ganó 3-1 al Sanyo.
El periodista e historiador deportivo Rodrigo Calvo recordó, en un artículo del 2014, que durante el medio tiempo del juego principal, Di Stéfano se le acercó al técnico del Deportivo Femenino, Fernando Bonilla. Lo abrazó y le expresó su admiración: “Lo felicito, no es cualquiera que pone a mujeres a jugar fútbol. Esto no se ve en España”.
Di Stéfano anotó dos de los goles del Real Madrid, que significaron la diferencia en el marcador. El cuadro blanco continuaría su gira mundial visitando Guatemala, Estados Unidos y Canadá; no perdería ninguno de sus enfrentamientos y Di Stéfano no regresaría a nuestro país.
Sin embargo, en su futuro habría una presencia que tal vez le recordó su paso por aquí.
En el 2012, Di Stéfano anunció que contraería matrimonio con su secretaria, la costarricense Gina González. Di Stéfano tenía 86 años, y ella 50 años menos. Los hijos del exfutbolista se opusieron con bríos al matrimonio. Presentaron una demanda contra su propio padre, solicitando a los tribunales de Madrid que declararan la incapacidad de Di Stéfano y pararan el matrimonio. La demanda tuvo lugar y la unión nunca se dio.
Di Stéfano falleció dos años después, en el 2014.