Los 19 meses de arduo trabajo de la Selección Femenina Sub-17 de Costa Rica , unos que están llenos de sudor, lágrimas y quizás hasta de sangre, dependen de lo que hagan sus integrantes durante los próximos 90 minutos en la cancha del Estadio Nacional.
Tal vez, es mucho peso para poner sobre las piernas de muchachas de apenas 14, 15, 16 y 17 años; sin embargo, como las guerreras que demostraron ser el sábado pasado en el debut ante Venezuela, no se esconden, dan la cara y saben a la perfección lo que el juego de hoy significa.
“Es un partido muy tenso. Saber que de este juego depende todo, las madrugadas, el cansancio, el sufrimiento, es muy emocionante. Hay mucha incertidumbre y uno quisiera que se supiera qué pasó de una vez”, dijo Gloriana Villalobos.
“Usaremos todo eso para salir adelante. Recordaremos todo lo que hemos luchado para que nos dé fuerza para ganar”, añadió la capitana tica, una de las primeras figuras que surgieron en el Mundial.
“Hemos luchado mucho tiempo para estar aquí, para vivir este sueño. No vamos a dejarnos vencer así porque así, vamos a ir con todo. Todo lo que hemos pasado lo vana sentir ellas (las italianas) mañana (hoy)”, adujo Yaniela Arias.
“Tenemos un grupo demasiado unido. Tanto tiempo juntas, tantas cosas que hemos vivido, nos hacen confiar en cualquiera. Por eso vamos a dar el máximo. Si ganamos, ganamos todas; si caemos, caemos todas”, expresó Yuliana Salas.
“Tanto sacrificio tiene que valer la pena. Mañana (hoy) vamos a demostrar que somos capaces de muchas cosas. No vamos a quedarnos en la primera fase. Sé que vamos a clasificar”, apuntó Deylin Wilson.
Aun así, con toda esa presión encima, la mayoría de las entrevistadas coincidieron en que no se desesperarán por ir a anotar, pues pretenden apegarse al toque de balón y mantener el orden táctico, dos características que no mostraron en la caída ante la Vinotinto .