La pelea frente al venezolano Elio Ortiz tenía un trasfondo cargado de esperanza y oportunidad para Ricardo Mayorga.
Dentro del público presente en el salón Cocorí del hotel Cariari, se encontraba Gilberto Mendoza, presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), con la promesa latente de promoción internacional para aquel que saliera victorioso del enfrentamiento.
Ricky enfrentó la pelea con ese espíritu agresivo y seguro que siempre lo caracteriza. Más el oponente no era como los anteriores, por lo que su pelea, además de agresiva, debía ser inteligente.
El venezolano Ortiz tenía como carta de presentación el haber disputado un título mundial en las 147 libras frente al norteamericano Mikel Mitchel en 1998, combate que perdió por nocaut en el tercer asalto.
Además su puesto número diez dentro de la AMB, lo acreditaba como el rival de cuidado para Mayorga.
El enfrentamiento resultó ser intenso, siempre dominado por Ricky , que en dos oportunidades, a la altura del tercer asalto, logró mandar a la lona a su oponente y demostró que venía a ganar la pelea como lo acostumbra: por la vía del sueño.
El combate, sin embargo, no fue del todo fácil para Ricky , pues la fuerza y buena condición física de su contrincante lo hicieron trabajar horas extras para quedarse con el triunfo.
Fue entonces en el décimo asalto cuando Mayorga logró conectar un golpe limpio que derribó a su oponente por sexta y definitiva vez.
Con el triunfo Mayorga logró adjudicarse la victoria número 25 de su carrera y la 24 por la vía del sueño. Además, ratificó su octava posición dentro de la AMB y la número 15 del Consejo Mundial (CMB).
Promesas del visitante
La velada boxística de Promobox tuvo la trascendental visita del venezolano Gilberto Mendoza, presidente de la AMB. La llegada del dirigente mundial no tuvo otro objetivo que el de corroborar el nivel de algunas figuras que podría tener trascendencia dentro del ámbito boxistico internacional.
La proyección del pugilismo en el área centroamericana, la promoción de escuelas y la posibilidad de más oportunidades para los boxeadores del área fueron parte de los temas que trató Mendoza a su llegada al país.
"Yo vengo a dejar mi compromiso latente con las federaciones centroamericanas y la costarricense de ayudar a promover un crecimiento progresivo del boxeo en el área. Sin embargo, mi trámite es solo el canal de las ideas que los presidentes presenten como proyectos a futuro del boxeo.
"Ni yo ni la asociación podemos hacer nada si no existe un plan establecido de cada Federación sobre qué es lo que quieren llegar a tener en un futuro cercano. A partir de ahí encontrarán el apoyo de este servidor y de toda la AMB."
Mendoza ratificó su deseo de constatar qué tanto ha crecido el nivel del boxeo centroamericano y en particular el costarricense.
"Es cierto que vengo a ver el nivel de varios boxeadores que en algún momento podrían disputar un título mundial, Ricky es uno de ellos, pero él tiene que ganarse dentro del ring el derecho de estar en la disputa de un título", concluyó el dirigente.