Santa Bárbara. Es el símbolo de gol del Cartaginés, con nueve dianas, pero ayer Claudio Ciccia no pudo saludar las redes del rival.
Sí hubo oportunidades, pero la suerte también es vital en el futbol. “El equipo resintió la falta de un hombre menos y el rival se creció. Estoy triste por la derrota porque tuvimos la oportunidad de subir y como mínimo de dejarnos un punto. Al final ellos se dejaron tres y nosotros nos fuimos con las manos vacías.
“Creo que el trámite del partido fue parejo en general. Con la expulsión perdimos el poder ofensivo, pero hay que ver que todos los rivales son durísimos.
“Una de nuestras principales virtudes está en el juego colectivo que tenemos hacia delante y hoy (ayer para el lector) no se pudo. Este fue un juego de mucho roce y mucha marca y, bueno, a seguir, que vienen los otros partidos y la verdad es que con rivales que se entregan así el campeonato se pone mejor”. El próximo domingo Cartaginés recibe a Osa. Y, en casa, Ciccia espera consolidarse como goleador, aunque su principal objetivo en ayudar a la causa.