Ganar campeonatos se hizo una costumbre para el costarricense Keylor Navas, quien se empeñó en buscar cetros en cada rincón, hacerlos suyos sin importar la dificultad y colocarlos en sus vitrinas, como un verdadero coleccionista.
Navas tiene en su exhibición personal 14 títulos con clubes y, para completar el repertorio, únicamente le faltan la Copa del Rey y la Supercopa de España; a todos lo demás posibles a nivel de equipos ya les puso ambas manos y los levantó.
Keylor ganó su segunda Champions League ante la Juventus y a estas dos medallas se suman: una Liga española, dos Mundiales de Clubes y dos Supercopas de Europa con los blancos, mientras que con Saprissa se colgó una de Campeones de Concacaf y seis en Costa Rica.
Si bien es cierto el cancerbero nacional se perdió la Supercopa del 2016 por lesión y tampoco vio minutos en la del 2014 por la presencia de Íker Casillas, para la del 2017 tiene la posibilidad de ser el estelar cuando se midan con el Manchester United, campeón de la Europa League, el próximo 8 de agosto en el Estadio Fillip II de Macedonia.
El Halcón también tiene a la vista el adueñarse de uno de los cetros que le faltan en su colección, ya que disputará la Supercopa ibérica contra el Barcelona, campeón de la copa doméstica, en juegos a muerte súbita. El primer duelo se efectuaría el 12 o 13 de agosto en el Camp Nou y la ida sería el 15 o 16 del mismo mes en el Santiago Bernabéu.
De imponerse frente a los blaugranas, al tico solamente le faltaría la Copa del Rey para ostentar todos los títulos posibles.
Navas no esconde su alegría por ser parte de una generación dorada en el Madrid, que le permitió llenar sus vitrinas.
“Estoy muy contento y agradecido con Dios porque esto es increíble, es único. Uno se lo puede imaginar, pero sobrepasa todo. Lo he disfrutado muchísimo”, manifestó Keylor en el canal de televisión merengue.
El torneo del Rey quedaría como pendiente para el costarricense, aunque también podría llegar en la siguiente temporada, tomando en cuenta que el Real parte como favorito.
De lograr todo, el tico solo tendría la espina de la Concacaf, debido a que, aunque la ganó con la S , no vio minutos.
El “1” de los blancos tiene muy claro que está haciendo historia por ende debe aprovechar cada etapa e ir por más. Su legado ya lo tiene entre los mejores del mundo y fiel a su estilo, atribuye todo al esfuerzo, a Dios y al respaldo de su familia.
“Por eso mi familia están acá, viviendo esto conmigo, son un apoyo, una ilusión y una motivación. Cuando mi hijo esté más grande verá los videos, todo lo que pasé y le contaré. Estoy muy feliz de poder ayudar a los compañeros y por eso uno trabaja tanto”, agregó.
Colaboraron: Gerardo Coto Cover y Cristian Sandoval.