La aventura rebelde de Gari Kasparov, uno de los mejores ajedrecistas de toda la historia, finalizará mañana cuando se inicie la disputa del título mundial entre el búlgaro Vesselin Topalov y el ruso Vladimir Kramnik.
Hace 13 años Kasparov decidió hacer casa aparte de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), cuando era monarca planetario. Fundó su propia federación y se dedicó a organizar disputas por el título, siempre y cuando hubiera dinero de por medio.
Por ello, durante casi tres lustros el mundo tuvo dos campeones: por un lado el oficial de la FIDE (que actualmente es Topalov) y el oficioso, que entregaba el grupo “separatista” de Kasparov.
Este último es Kramnik, quien venció al propio “Ogro de Bakú” en el 2000 y lo despojó del cetro que el propio Kasparov había inventado.
La puerta hacia la reunificación se abrió apenas Kasparov perdió interés en el deporte y se pasó a la política, como opositor al gobierno del gobernante Vladimir Putin.
El título se disputará a partir de hoy en una serie de 12 partidas, con cinco días de descanso, que ganará el primero en llegar a 6,5 puntos. El torneo se realizará en la ciudad rusa de Elista, capital de la república autonómica rusa de Kamulkia.
Habrá $1 millón (¢520 millones) en premios para los dos rivales, que se repartirán el botín como en el boxeo, es decir, sin importar cuál de ellos sea el vencedor.
Se usó información de agencia DPA