Los Golden State Warriors, liderados por Stephen Curry y Kevin Durant, arrasaron en la temporada pasada de la NBA, lo cual ha hecho que los equipos reaccionen para esta campaña y tengan la consigna clara de bajarlos del trono.
En la campaña regular ganaron 67 partidos y solo cayeron en 15 ocasiones, siendo el mejor equipo de la Conferencia Oeste. Además, en la postemporada ganaron las primeras tres rondas sin perder un solo juego y en la final destrozaron a los Cleveland Cavaliers, ganando 4-1 la serie.
Esta superioridad ha generado una reacción en cadena en muchos equipos de la NBA para tratar de reforzar sus filas y pelear por una NBA competitiva.
"Golden State va a estar en finales, si se lesiona uno van a estar en finales. Tienen que lesionarse tres para empezar a pensar que tal vez no", comentó Álvaro Martín, narrador de la NBA en ESPN.
El equipo que movió fuerte el mercado fue el Oklahoma City Thunder, con la llegada de Paul George y Carmelo Anthony, que sumados al jugador más valioso (MVP) de la campaña anterior, Russell Westbrook, entran en la discusión para combatir a los Warriors.
Carmelo Anthony llegó procedente de los New York Knicks a cambio del pivote Enes Kanter, el alero Doug McDermott y un jugador a elegir en la segunda ronda del draft del 2018.
En el caso de Paul George, el Thunder envió a los Indiana Pacers al escolta Víctor Oladipo y al centro Domantas Sabonis.
Otro equipo que llamó la atención con sus trueques fueron los Houston Rockets, quienes a su estrella James Harden le añadieron la llegada de Chris Paul, proveniente de Los Ángeles Clippers a cambio de Patrick Beverly, Lou Williams, Sam Dekker y una ronda del draft de 2018.
En la Conferencia Este, el principal cambio se dio entre los Cleveland Cavaliers y los Boston Celtics, quienes intercambiaron figuras.
Kyrie Irving, quien fue clave en los Cavaliers para llegar a tres finales seguidas, se fue a Boston por Isaiah Thomas, Jae Crowder, Ante Žižić. Con esto, LeBron James tendrá a Kevin Love, Isaiah Thomas y Derrick Rose como sus principales aliados para ir nuevamente a una final.
"Lo ayudó a ganar el campeonato (a LeBron James en 2016), pero si Kyrie quiere ser un armador de la NBA tenía que irse de Cleveland porque Lebron James va a seguir dominando el balón", añadió Martín.
Sin fichajes, pero con un equipo fuerte y la esperanza de que se mantenga sano, los San Antonio Spurs son otro de los contendores serios del Oeste.
Si Tony Parker y Kawhi Leonard están en plenitud de condiciones, se pueden unir con LaMarcus Aldridge y los experimentados Pau Gasol y Manu Ginóbili para llevar a los Spurs a lo más alto.
Además, este fin de semana los Chicago Bulls llegaron a un acuerdo para rescindir el contrato con Dwayne Wade, por lo que equipos como Spurs, Cavaliers y Miami Heat son candidatos a hacerse con los servicios del jugador.
Destinados a sufrir. Por otro lado, hay un grupo de basquetbolistas talentosos que pasaron a equipos en los que su futuro deportivo no tiene un buen aspecto.
Dwigth Howard dejó los Atlanta Hawks para pasar a los Charlotte Hornets a cambio de Marco Belinelli, Miles Plumlee y una elección de draft.
Los Chicago Bulls tuvieron un éxodo de talento al dejar ir a Wade, que se suma a las baja de Jimmy Butler a los Minnesota Timberwolves por Zach LaVine, Kris Dunn y los derechos de un par de elecciones del draft. También se fue del equipo Rajon Rondo a los New Orleans Pelicans.
Álvaro Martín, narrador de NBA en ESPN: 'Se van a seguir armando super equipos'
La dinámica se origina en el juego que es pernicioso y dañino para el baloncesto estadounidense, lo que llaman el AAU. Es el juego que se realiza en Estados Unidos fuera de la época escolar, son equipos informales.
Llega una persona con mucho dinero, cuyo hijo juega en un equipo de estos y el señor le dice al mejor jugador que consiga el entrenador que quiera, que traiga a sus amiguitos buenos de otros torneos y arman un equipo, consiguen un patrocinador y se pasan el verano viajando por Las Vegas, Orlando, Nueva York.
Son equipos de estrellas que dan palízas hasta que se topan con otros equipos de estrellas. Los muchachos se acostumbran y tienen amistad con jugadores que no son de su estado, eso no se daba en generaciones atrás. Ahora hacen superequipos desde que tienen 13 años.
Cuando llegan a la NBA empiezan a decir 'es que yo juego bien con él, es mi amigo de la infancia, vamos a reunirnos'. Siempre que el tope salarial lo permita, se van a seguir creando superequipos, la cultura del baloncesto ha cambiado con esta generación que está en su plenitud.