En el ajedrez de nuestro país dice que a ningún jugador le gusta mirar a los ojos a Bernal González cuando le toca jugar contra él.
Frente al tablero, el Bernal amable desaparece. Emerge, entonces, uno que reta e intimida con solo el contacto visual.
Y tiene con qué meter miedo. González se ha hecho fama como experto en rescatar partidas imposibles, en sacar empates o victorias cuando otros piensan que está contra la pared y que tiene garantizada la derrota.
Está acostumbrado a levantarse a partir de las posiciones más difíciles, en lugar de inclinar el rey y conceder la derrota.
Mientras medita su siguiente jugada, clava la mirada a través de los potentes lentes que le corrigen la miopía, y transmite esa sensación de seguridad que suele poner en líos a sus rivales.
Este es uno de los recursos de Bernal, rey indiscutible del ajedrez. El ramonense ganó el miércoles su noveno campeonato nacional, con lo cual superó una marca que databa de 1959.
González, de 33 años, aprendió a mover las piezas gracias a la instrucción empírica de su mamá, Margarita Acosta. Tenía solo cuatro años, pero conocer las diagonales del alfil, la omnipotencia de la reina y el movimiento caprichoso del caballo le marcó la vida.
Le fue tomando gusto a este deporte y debutó en su primer torneo a los 13. A partir de entonces, en las últimas dos décadas se convirtió en Maestro Internacional, compitió en cinco olimpiadas de este deporte y ganó sus nueve títulos.
En 1995 abandonó San Ramón y se pasó a vivir a la capital, para estudiar psicología en la Universidad de Costa Rica y participar en más competencias de ajedrez.
El “Profe”. Sacó su título universitario a finales de la década anterior, pero en lugar de encorbatarse y dejar el ajedrez como un simple hobby decidió meterse totalmente de lleno en el deporte ciencia.
Además de seguir jugando, empezó a entrenar equipos y otros ajedrecistas menos experimentados.
“Es algo que me llena mucho, ayudar a otros ajedrecistas a crecer. Invierto más tiempo en esa faceta que en mi preparación como jugador”, señaló González.
Actualmente, Bernal dirige al equipo del Comité Cantonal de Goicoechea y da clases de esta disciplina en los colegios Humboldt, Franco y Centro Educativo Moderno. En todos esos lugares sus jefes y compañeros le han dado siempre apoyo para que participe en competencias dentro y fuera de Costa Rica.
En los últimos dos años también organizó el Torneo Internacional de Alajuela, que congregó a importantes figuras de otros países.
Es un profesional del ajedrez. Pasó de ser un simple fiebre a explotar su habilidad hasta vivir de este deporte. Sus metas a futuro también tienen que ver con el tablero.
“Quiero convertirme en Gran Maestro (máximo título del ajedrez). Espero llegar a la Olimpiada mundial del 2008 cerca de conseguirlo”, manifestó.
Para luchar por esa meta, además de su habilidad como jugador también cuenta con esa actitud de aplomo y seguridad que amedrenta a los rivales con una sola mirada, y que le permite salir del atolladero cuando todos lo dan por vencido.