La Habana. La receta de Miguel Company no es nueva en el mundo del futbol, pero sí parece innovadora en Cuba, que en los últimos años puso el destino de su futbol en técnicos de varias nacionalidades.
Company, un peruano que pasó fugazmente por el Saprissa, concentra su discurso en desarrollar un estilo de juego acorde al alma cubana.
"Hay que trabajar de acuerdo con la sensibilidad del cubano. El futbol representa los sentimientos y la vivencia del pueblo y así tenemos que trabajar", pregona el técnico.
"No copiemos lo que hacen Alemania o Italia. Si hay algo que rescatar de afuera, se rescata, pero la esencia tiene que ser estrictamente cubana".
Para Company, el futbol de la isla retrocedió porque se vinculó a estilos ajenos a las características criollas.
Como ejemplo recordó que sus seis entrenadores anteriores fueron un coreano, un brasileño, un húngaro, un ruso, un alemán y un italiano.
Nuevos bríos
Cuba dominó el futbol del Caribe hasta el principio de los años 80, al punto de que clasificó a los Juegos Olímpicos de 1976 y 1980.
Pero después fue desplazada como potencia del área. Hace unos años se aferró a una generación prometedora, en la que destacaban Dalcourt, Cebranco y Bobadilla, quienes llevaron al país a su primera Copa de Oro. Pero aquel clan vio pasar su mejor momento sin cosechar grandes frutos.
Ahora de nuevo se junta un grupo pujante que llegó a esta nueva edición de la Copa tras quitarle el boleto a Panamá en el repechaje.
Hay algunos sobrevivientes del equipo que perdió en 1998 contra Costa Rica 7 a 1, como el propio Dalcourt, Driggs, Revé y Cruzata.
Pero también hay una camada nueva, en la que resalta Ariel Betancourt, máximo goleador del futbol cubano en los años recientes, y Alberto Delgado, considerado como la estrella de este equipo isleño.
"Tenemos la expectativa de hacer un buen papel en la Copa", dijo Delgado, de 24 años y quien está feliz de enfrentarse a dos selecciones mundialistas: Estados Unidos y Corea.
(*) Periodista costarricense radicado en Cuba hace varios años.