El presidente de la Federación Costarricense de Fútbol, Eduardo Li, se negó a aceptar la extradición simple de Suiza hacia Estados Unidos, tras ser acusado de los delitos de fraude electrónico y lavado de dinero relacionados con un esquema de enriquecimiento de 25 años explotando la corrupción del fútbol internacional.
La información la confirmó a La Nación una fuente de la Fedefútbol que no quiso ser identificada.
Desde esta perspectiva, el Estado de Costa Rica es ajeno al proceso y solo puede darle a Li el derecho de protección consular, confirmó el canciller de la República, Manuel González.
"Todo ciudadano, de conformidad con los tratados internacionales, tiene derecho a la protección consular, que básicamente es involucrar al cónsul de su país para asegurarse que se cumpla el respeto de sus derechos elementales", indicó.
González aseguró que lo que corresponde es ponerse a disposición de Li e informarle que tiene ese derecho; sin embargo, la Cancillería no ha podido contactar al dirigente del fútbol costarricense.
El proceso. Al negarse a la extradición simple, Li podría permanecer en Suiza un mínimo de 45 días y un máximo de un año, si fuese que el proceso se complica, explicó el abogado constitucionalista Edwald Acuña.
De esta forma, Li afrontará la extradición por la vía ordinaria, la cual tiene varios pasos a cumplir.
Según Acuña, en primera instancia el gobierno de Estados Unidos tiene un plazo de entre 18 y 40 días para presentar todos los documentos legalizados que acrediten la existencia del proceso, indicar quién es la persona acusada, cuáles son las causas que se investigan y cumplir con que no se trate de delitos relacionados a la pena de muerte o que vayan a ser sancionados de manera contraria a la Convención Europea de Derechos Humanos. Un requisito fundamental es que el delito del que se le acusa también esté tipificado en la legislación suiza.
Con esa solicitud, el Consejo Federal de Suiza examinará si se cumplen con los requisitos que ordena la extradición y después los acusados tienen cinco días para presentar una apelación ante el Tribunal Federal de Apelaciones, el cual examina y después confirma o revoca la extradición.
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Cuando ya el acusado está en Estados Unidos, es presentado ante la Corte Federal de Brooklyn, donde se lleva el caso, y se hace una primera audiencia para fijar medidas cautelares.
"Al no ser personas estadounidenses lo esperable es que se vaya a fijar una prisión preventiva en la primera audiencia, mientras tarda el proceso", apuntó Acuña.
Después se hará una segunda audiencia, donde la Fiscalia estadounidense expondrá las pruebas con las que se pretende ir a juicio y la defensa también dará a conocer las suyas.
Sin embargo, el involucrado puede buscar una salida alterna, o sea un acuerdo entre el departamento de justicia de Estados Unidos y los abogados defensores.
Esa "negociación" podría incluir aceptación de cargos, convertirse en testigo colaborador, o pagar multas, entre otros.
Esto es posible porque el estatuto RICO (Investigación y persecusión de delito de crimen organizado) en el que es acusado Li, es una ley particular que permite negociaciones.
De no darse un acuerdo, se pasará a juicio, donde se determinará si el acusado es o no culpable.