Redacción
Álvaro Saborío celebró su juego número 100 con la Selección Nacional con una gran asistencia para que Bryan Ruiz logrará abrir de un zurdazo el marcador ante El Salvador.
Lea: Costa Rica empató 1-1 ante El Salvador
El atacante recepcionó con su pecho el balón y lanzó un globo a la espalda de la zaga cuscatleca para que el capitán fusilará al arquero Derby Carrillo.
El Sabo tuvo un discreto partido, no logró ubicarse en su hábitat y tuvo que instalarse fuera del área para habilitar a sus compañeros con el pivoteo.
Según datos de la Concacaf, el jugador solo tuvo un remate desviado y una efectividad del 50% a la hora concretar los pases. Cuatro aciertos.
El jugador nacional hoy ingresó al selecto club del centenar de partidos con la camiseta rojo, blanco y azul. El nacional con más partidos es Walter Paté Centeno, con 135 juegos (jugados entre 1995-2012); el exdefensor Luis Marín, con 126 (entre 1993-2009); Rolando Fonseca con 111 (1992-2011); y el exvolante recuperador Mauricio Solís, con 109 (1993-2006).
El delantero de la Tricolor inició sus pasos con Costa Rica el 16 de octubre del 2002, cuando tenía apenas 20 años de edad. Y hoy, casi 13 años después, pone un paso en la historia futbolística del país.
Saborío siempre ha sido un delantero casado con el gol, su primera anotación con el equipo de todos fue el 7 de setiembre del 2003, cuando Costa Rica derrotó (2-0) a China en Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos.
Desde ese día, Saborío registra 33 gritos de gol. El ariete es el tercer goleador de la nacional, solo superado por Rolando Fonseca (46), y el actual técnico Paulo César Wanchope (45).
Su cuenta anotadora se desglosa en 17 tantos en eliminatorias (Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014), uno en Copa Oro (2011), 12 en amistosos y 3 en otros torneos.
El infortunio en la carrera de Álvaro Saborío fue no tener la oportunidad de jugar el último mundial, competición en la que sería titular indiscutible y una fractura en el quinto metatarsiano (dedo pequeño) del pie derecho lo dejó fuera.
Saborío es un jugador que ha tenido altas y bajas en la nacional, goleador insaciable que ha tenido capítulos de idilio con la afición y momentos en los que el divorcio es total. Episodios hasta donde meditó el retiro.