Retomar el gol ante un equipo que blinda su parte ofensiva figura como el gran desafío que afronta la Selección Mayor en el amistoso de mañana, a las 8 p. m., ante Uruguay.
Con la derrota ante Brasil 1-0, el sábado anterior, la escuadra patria llegó a tres partidos al hilo sin perforar la valla rival.
En lo que va del año, la Sele posee un promedio de 0,7 goles anotados por partido, lo que se traduce en la necesidad de que la artillería despierte.
El tema tiene el ingrediente de que los charrúas, en el 2015, solo permitieron 0,75 dianas por duelo, e históricamente ostentan la marca de poseer un muro defensivo casi infranqueable.
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“La defensa uruguaya siempre es muy dura, son hombres fuertes que basan su juego en lo físico y en provocar. Hay que ser muy vivos ante ellos”, afirmó a La Nación Rónald la Bala Gómez, exmundialista de Corea Japón 2002 y Alemania 2006.
De acuerdo con Gómez, el reto de superar a la garra charrúa no es sencillo por el presente de los artilleros ticos.
“La falta de ritmo y competencia les pasa factura a los hombres en ofensiva. Campbell y Ureña juegan poco en sus clubes, y por eso les cuesta. Si no tienen minutos y regularidad en sus equipos, es lógico que les afecte en la Selección”, opinó.
Con él coincide Richard Pantera Smith, para quien el problema no radica únicamente en los hombres en punta.
“Los que generan y crean las ocasiones de gol no andan bien. Para anotar, alguien debe alimentar a la delantera, y se complica aún más si en ofensiva solo apostamos por un hombre. A mi criterio, Óscar (Ramírez) debe salir con al menos dos puntas”, recalcó Smith.
Un aliciente. Desde 2014 solo hubo una selección que logró marcarles más de dos goles a los uruguayos en un mismo juego: Costa Rica. La Sele lo hizo en el Mundial (3-1) y en el amistoso celebrado en noviembre anterior, en el Estadio Centenario (3-3).
La defensa uruguaya es casi la misma –salvo Diego Lugano– y los artilleros ticos también repiten, a excepción del lesionado Álvaro Saborío, quien anotó en el último choque en Montevideo.
De acuerdo con Wílmer el Pato López, mañana se presenta la ocasión ideal para observar una propuesta más atrevida.
Según López, para lograrlo la media cancha debe asumir las riendas del juego y no entregarle la iniciativa al rival, como ocurrió anteayer contra Brasil.
“Hay que tener el balón y el control del juego, dos aspectos básicos en el fútbol, y a partir de ahí se pueden dar más llegadas al arco rival y anotar. De todos modos, el estar en casa siempre nos invita a ser ofensivos”, añadió.
Claudio Jara, exmundialista de Italia 90, tiene un criterio similar al del Pato y augura una recia batalla con el muro celeste.
“El sistema debe ser más ofensivo con variantes para intentar ganar el partido, recordemos que la defensa de ellos es muy dura. Si no llegamos con agresividad, costará más”, dijo Jara.
El de mañana será el tercer pulso entre ticos y uruguayos en 14 meses. El balance de anotaciones favorece a los nacionales, con seis a favor y cuatro en contra.