Enrojecida la cara por la adrenalina, la emoción y las lágrimas, Karla Villalobos le gritaba a la cámara: "vamos", extasiada tras el gol que acababa de conseguir.
Tras bajar el balón con el pecho, dejarlo que rodara y tocar de derecha al palo opuesto de la portera, Villalobos consiguió el segundo tanto tico frente a Corea del Sur, el que puso a vibrar a un país que palpita por sus mujeres.
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"Quiero darle gracias a Dios, quiero hacerlo de forma silenciosa, esperé mucho por la oportunidad de jugar el Mundial y trabajé muy duro para ganar minutos", expresó la delantera poco después de finalizado el encuentro.
Según la "17" del combinado patrio, en un partido de tal calibre se debe estar preparado para intervenir cuando la entrenadora (Amelia Valverde) lo necesite, sin importar la cantidad de minutos.
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"Claramente hay que saber aprovechar todo, ya sean dos, cinco o 20 minutos, hay que trabajar siempre de la mejor manera... anotar un gol es muy importante, más si es en un Mundial y más cuando es algo decisivo", comentó.
Con 28 años y perteneciente al equipo femenino de Primera División de Heredia, Villalobos dijo no tener palabras para agradecer por el momento que vive.
"Quiero agradecerle al grupo y al cuerpo técnico por darme la oportunidad, tengo que seguir trabajando día, sé que vienen mejores cosas para Costa Rica, todo lo pongo en manos de Dios, Él sabe lo que hace, Él se encarga de las cosas".
Acerca de las indicaciones que recibió poco antes de ingresar al terreno, al minuto 76, la ariete recordó que su técnica le pidió no dejar ir ninguna opción.
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"Las instrucciones eran marcar en el momento en que fuera, ir al ataque y no dejar pasar la oportunidad de gol, había que darle a lo que se viniera, fue una buena oportunidad y en la forma en la que se dio, solo Dios es el glorioso en mi vida".
Pese a la euforia del momento, Villalobos bajó el tono al señalar que ahora sigue el partido más duro de todos, el próximo miércoles a las 5 p. m. ante Brasil.
En dicho compromiso Costa Rica definirá si puede, o no, pasar a la segunda ronda.
"Aún queda el partido más importante, no hay nada dicho, esto fue una final más, pero viene una todavía más dura para la que hay que trabajar, ahorita solo hay que ir a descansar y mañana empezar de nuevo", comentó con la cara enrojecida por la adrenalida, la emoción y las lágrimas.