En los años en que Keylor Navas era portero suplente en Saprissa, ya Andrea Salas era una figura de dominio público. En aquel entonces su rostro era uno de los más conocidos y cotizados del modelaje costarricense y sus apariciones en medios de prensa un asunto diario.
Las vueltas de la vida (y de un balón de fútbol), tienen hoy a Keylor convertido en el costarricense más reconocible fuera de nuestras fronteras, mientras que Andrea dejó las pasarelas y las cámaras para dedicarse a una vida más doméstica pero no por eso menos mediática, al lado del hoy arquero del Real Madrid y la Selección Nacional.
Esta semana, Salas volvió a figurar en los medios locales, debido a la atención que generó su debut como empresaria, tras la apertura de su centro de entrenamiento funcional. Sobre dicho emprendimiento, la vida del hogar Navas Salas y su experiencia como modelo, Andrea Salas habló en esta edición de Diálogos.