Cristina Ramos seguía la ruta tradicional de los cantantes que procuran hacerse una carrera: conciertos pequeños, trabajo de hormiga intenso y aspiraciones cercanas a la utopía. En el 2016, su pareja la inscribió sin que ella lo aprobara en un programa de talentos televisivo y, a partir de ahí, la vida de Cristina cambió, y para bien, de una forma que aún intenta asimilar.
Cristina fue la ganadora, en el 2016, de Spain’s Got Talent, gracias a una voz prodigiosa que mezcla el canto lírico y el rock con naturalidad. A ese triunfo siguió la victoria en La Voz México y su momento cumbre, cuando participó en el torneo de campeones mundiales en America’s Got Talent, en que obtuvo el cuarto lugar, por encima de figuras como Susan Boyle y Paul Potts, además de poner de pie –en medio de una atronadora ovación– a los jueces, incluido el temperamental Simon Cowell.
Desde entonces, Ramos le dedica su tiempo completo a sus presentaciones, bajo el formato Rock Talent. La española hará su debut ante el público costarricense esta semana –el 23 de marzo en Liberia y el 30 de marzo en Palmares–, al lado de los Auten-ticos del Rock. En su paso por el espacio Diálogos, la vocalista habló acerca de su vertiginoso ascenso y los planes que maneja para su carrera.