Por Miguel F. Rovira
Phuket (Tailandia), 1 ene (EFE).- Casi una semana después del maremoto, la turística isla de Phuket recobra poco a poco la normalidad en algunos puntos, mientras la tarea de búsqueda de los casi 6.500 desaparecidos continúa con una lentitud desesperante.
La playa de Patong, la más turística de Phuket y también la más afectada de esa isla por el desastre natural, ha sido la primera en presentar signos de normalidad con la reapertura de varias tiendas y restaurantes.
El ministro tailandés del Interior, Phokin Phalakula, expresó su confianza en que el ejemplo de Phuket se siga en los vecinos centros turísticos de Khao Lak, en la provincia de Phang Nga, y la isla de Phi Phi
Las autoridades tailandesas se muestran muy interesadas en que la "Perla de Andamán", como es conocida Phuket, recobre cuanto antes su prestigio y atractivo entre el turismo extranjero.
El titular del Interior tailandés recordó que la economía de la región se alimenta de las divisas del turismo.
Esta normalización crea un contraste entre los que han vuelto a la tumbona y los que padecen la inquietud del que perdió familiares, amigos o vecinos por el cataclismo del domingo pasado.
Hay extranjeros que no han querido abandonar el lugar y esperan noticias de fuentes oficiales o visitan los hospitales por si encuentran algún dato del ser querido desaparecido.
Unos y otros se unieron anoche en la celebración de la Nochevieja y de manera espontánea iluminaron con velas las calles de Phuket, en una suerte de vigilia en memoria de las víctimas.
"Muchos cuerpos están aún flotando en el mar. Ayer recuperamos 200 en Thai Muang (en Phang Nag, cerca de Khao Lak)", dijo el primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, en su en su alocución radiofónica de Año Nuevo.
El gobernante calculó que la cifra final de muertos rondará entre las 7.000 y 8.000 personas, una proyección que algunos consideran conservadora.
El Ministerio del Interior tailandés confirmó hoy 4.812 víctimas mortales, de las que la mitad son extranjeros, además hay 10.479 heridos, de los que 1.497 son foráneos, y 6.541 desaparecidos.
Las autoridades tailandeses calculan que pasados seis días de la calamidad la probabilidad de encontrar más supervivientes se ha reducido a un 20 por ciento.
"Lo más probable es que de los 6.500 desaparecidos la mayoría haya muerto porque han pasado muchos días", manifestó Shinatra.
El secretario general de la fundación A-sa Issara Pharaya Insri Centre, Saksri Sansuk, señaló al diario local "The Nation" que las operaciones de búsqueda de supervivientes en Takua Pa, en la provincia de Phang Nga, sólo han conseguido localizar al 40 por ciento de las personas dadas por pérdidas allí.
No parecen más afortunados los trabajos en Khao Lak, un complejo turístico de lujo con cerca de 10.000 habitaciones y cabañas construidas a lo largo de una playa de casi 20 kilómetros y que se llevó el mar.
El propio primer tailandés reconoció que las operaciones de rescate avanzan muy despacio y lo justificó por el miedo de la población a que aparezcan más olas gigantes y con "la dificultad de restablecer la infraestructura necesaria que permita el uso de maquinaria pesada".
Decenas de terremotos se han producido en la región desde el domingo pasado, la mayoría réplicas del seísmo de 9,0 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que sacudió la isla de Sumatra (Indonesia) y que provocó una serie de olas gigantes que recorrieron con destrucción las costas bañadas por el Océano Indico.
Para aliviar el problema de la maquinaria pesada, Tailandia recurrirá al tradicional elefante y en unos días dos docenas de paquidermos entrarán en Phuket y Khao Lak para colaborar con los equipos de rastreo y rescate. EFE
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