Por primera vez desde la revolución “maoísta” (1949), China hará una encuesta económica nacional para incluir los datos básicos sobre cuentas y qué tipo de empresas existen en el país.
Más de dos décadas después de que el gobierno comunista autorizara las primeras iniciativas privadas, incontables proyectos y negocios han florecido en todo el país, fiel a la máxima “enriquecerse es glorioso” del antiguo líder Deng Xiaoping.
Tal ha sido la explosión de iniciativas privadas y la multiplicación de las públicas en sectores considerados más rentables, que ni siquiera las autoridades conocen la verdadera dimensión del tejido empresarial chino.
Contarlas y describir sus áreas de actividad, sus ingresos y el número de empleados son algunos objetivos de los cientos de miles de encuestadores que participarán en los próximos meses en este ambicioso proyecto, en todas las regiones de China.
Solo en Pekín, primera ciudad en poner en marcha la encuesta, trabajan 50.000 personas en la tarea, que se prolongará durante todo el mes.
Temor ante control
En el sondeo callejero, algunas empresas tenían cita previa, y otros pequeños comerciantes, algunos ambulantes, serán sin duda identificados “in situ” por los inspectores que recorren las avenidas y callejones chinos.
La investigación pretende también sacar a la luz empresas e individuos con actividades comerciales que hasta entonces no estaban registrados, según el rotativo China Daily .
“Algunos individuos con pequeños negocios tienen recelos y no desean proporcionar los datos empresariales reales”, reconoció Lin Xianyu, subdirector de la Oficina Nacional de Estadística.
Los principales motivos son la evasión de impuestos y el temor a los celos y a la competencia de otros comerciantes, si se revelan las estrategias y planes de la propia empresa.