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Los horticultores pasaron de la confrontación a la negociación, pidieron recursos para competir en la apertura de mercados y aprovechar las oportunidades, lo que constituye un ejemplo. Así lo consideró el director general del Ministerio de Comercio Exterior (COMEX), Fernando Ocampo.
Sugirió que algo parecido, aunque con adaptaciones en el modelo, se debe desarrollar con algunos de los sectores “sensibles” tras la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
En este último caso el COMEX ya tiene en su poder propuestas de diferentes sectores. Las analiza para definir cuáles son las prioridades y negociar acuerdos con sus dirigentes.
La preparación de los sectores para afrontar la competencia y aprovechar las oportunidades que se abrirán con Estados Unidos se financiará con un crédito especial negociado actualmente con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El monto es de alrededor de $350 millones (¢152.950 millones) y se denomina “crédito híbrido”, porque se destinará a varios propósitos, entre ellos la preparación de los productores.
Los contactos y negociaciones entre el COMEX y los diferentes sectores productivos, especialmente agrícolas, son parte del cambio que se pretende, comentó Ocampo.
Planes rentables
Los programas y productos que desarrolla la Corporación Hortícola Nacional deben ser rentables para sostenerse en el tiempo, comentó el presidente de ese grupo, Geovanny Masís.
Un plan en marcha desde hace dos años es el de producción de semilla certificada de papa de diversas variedades. Se desarrolla en las faldas del volcán Turrialba y ya se ha exportado semilla a varios países.
Con los nuevos recursos se pretende, por ejemplo, establecer invernaderos demostrativos para la producción en ambientes controlados en cantones como Alfaro Ruiz, Bagaces, Cartago, Oreamuno y, posiblemente, en Pérez Zeledón.
El objetivo principal de los horticultores es el mercado de los países del Caribe, que se abrirá con el TLC.
