Los diputados descartaron la creación de una única entidad que concentre la actividad de banca de desarrollo.
Por el contrario, los legisladores proponen crear un sistema de banca de desarrollo, en el que participen todos los bancos.
La diputada liberacionista Mayi Antillón, quien preside la subcomisión de Asuntos Económicos donde se discute el tema de banca de desarrollo, explicó que el grupo analizó los distintos proyectos que hay en el Congreso.
La posición predominante en la comisión es que todos los bancos deben participar en esa actividad, precisó Antillón.
Para esto, la diputada liberacionista considera que es necesario poner claras las “reglas de juego” sobre lo que se debe entender por banca de desarrollo.
Añadió que los proyectos que se financien deben tener viabilidad y sostenibilidad financiera.
La banca de desarrollo es aquella que se orienta a sectores productivos –agrícola, comercial, pequeños empresarios– que desatienden los bancos tradicionales.
La propuesta pretende reunir –en uno solo– todos los fideicomisos orientados al agro y a pequeñas y medianas empresas.
La administración del “megafideicomiso” la haría un único banco, que se escogería mediante una licitación en la que participarán las entidades interesadas, añadió.
Antillón explicó que parte del fondeo (financiación) que se tendrá para este sistema provendrá del peaje bancario y de las ganancias de los intermediarios financieros.
Posición de los bancos. La Cámara de Bancos e Instituciones Financieras (CBF) realizó varias recomendaciones sobre la creación de un banco de desarrollo, luego de una análisis del mercado nacional.
Valentín Fonseca, presidente de CBF, dijo que la entidad comparte la posición de que los fideicomisos existentes se agrupen y los administre una única entidad.
La CBS considera más saludable para el sistema financiero que una única entidad se especialice en banca de desarrollo.
Fonseca justificó esa posición debido a que ese banco debe ser fiscalizado y evaluado de manera distinta a uno comercial. Añadió que esa entidad no debe intermediar recursos con el público.
El estudio de la Cámara recomienda que se utilice la infraestructura ya existente de alguno de los bancos del Estado, con oficinas de representación en cada una de las regiones del país.
La supervisión debe ser diferenciada por parte de la Contraloría y no de la Superintendencia General de Entidades Financieras pues no captaría del público, dijo Fonseca.
Para Fonseca, el fondeo de la entidad debe provenir de donaciones, transferencias, crédito de organismos multilaterales, la creación de un megafideicomiso e incluso, de la titularización de fondos.