WASHINGTON. AFP. La economía de EE.UU. se desaceleró un poco menos que lo previsto en el segundo trimestre, pero una serie de indicadores publicados ayer permiten prever un período prolongado de crecimiento en marcha lenta, según los analistas.
El ritmo anual de crecimiento fue de un 2,9% contra un 2,5% anunciado inicialmente, lo que se aproxima bastante a la expectativa de los mercados.
No obstante, la desaceleración es indiscutible en relación con el crecimiento del 5,6% registrado en el primer trimestre.
“El informe en su conjunto no cambia las grandes líneas de la economía actual, que se encamina hacia un crecimiento con cierta lentitud”, según Brian Bethune, de Global Insight.
Baja consumo. Una de las enseñanzas del informe es que los consumidores, sometidos a una dura prueba por la subida de los intereses y por el precio de la gasolina, están trasmitiendo a las empresas la reducción del crecimiento, subraya el economista, aunque los empresarios han invertido mucho más que lo previsto en infraestructura (+22%) y existencias.
Al mismo tiempo, los gastos de consumo subieron apenas un 2,6% (contra 4,8% en el primer trimestre), mientras que la inversión inmobiliaria se contrajo (-9,8%) por tercer mes consecutivo, alcanzando su nivel más bajo desde la primavera boreal de 1995.
“Esto es bastante preocupante, si se tiene en cuenta que haría falta un crecimiento relativamente vigoroso del empleo para contrarrestar la baja de la inversión inmobiliaria de las familias”, estima John Lonski, de Moodys Investors Service.
Según la oficina de recursos humanos ADP, el sector privado creó en agosto 107.000 empleos en Estados Unidos, contra 99.000 en julio.
La fuerte moderación del crecimiento posiblemente reducirá la inflación, como previó la Reserva Federal.
Analistas consideran que en el futuro el banco central puede permanecer tranquilo, puesto que los mercados no temen un incremento de los precios.