La Habana. AFP. Fidel Castro, que en su infancia pidió a un presidente estadounidense que le enviara un billete de $10, se convirtió en su vejez en un encarnizado enemigo de esa moneda, que según él actuó por más de una década como "un agente subversivo" que abrió una brecha social en Cuba.
"El dólar ha muerto para la circulación en Cuba" porque "crea un efecto distorsionador en la formulación de una sana política monetaria" nacional, declaró .
Sesenta y cinco años después de haber pedido un billete verde a Franklin D. Roosevelt, Castro arremete contra el dólar "maldito", que aceptó como "un mal necesario" en las reformas con elementos de mercado que aplicó Cuba en julio de 1993 para enfrentar una severa crisis económica.
Ese mismo año fue quizás el más amargo aniversario del Comandante, pues firmó el decreto de "despenalización" del dólar que autorizaba su libre circulación en Cuba, el 13 de agosto, en coincidencia con su cumpleaños 67.
Obligado. La desaparición de la Unión Soviética y el bloque comunista, así como el reforzamiento del embargo que Washington aplica a la isla desde 1962, sumieron a Cuba en una fuerte crisis económica a comienzo de la década de 1990.
Además de liberar la circulación del dólar, Cuba permitió el envío de remesas familiares desde Estados Unidos y otros países y abrió una cadena de tiendas que comercializaban sus productos en moneda norteamericana.
La tenencia del billete norteamericano marcó una frontera social entre la población que tenía acceso a esa divisa y la que no lo obtenía, y terminó con la igualdad que había existido en la isla durante tres décadas y media de régimen comunista.
A fines de 1994, el Banco Central de Cuba emitió el peso cubano convertible, de paridad igual al dó lar y que por sus colores y parecido a los billetes del juego Monopolio se le llama "chavito".