Tras la histórica reconciliación con Cuba, el presidente Barack Obama pretende que el Congreso estadounidense elimine las sanciones contra el régimen comunista de la isla, pero algunos expertos dudan que la economía cubana esté lista para el fin del embargo de medio siglo.
Las débiles estructuras de la economía cubana no están preparadas para afrontar la entrada de empresas norteamericanas, pues muchas de las reformas del presidente Raúl Castro aún no rinden frutos y otras, las más importantes, esperan por su aplicación, dijo a la AFP el académico Carlos Alzugaray.
"Para una situación tan inesperada como esta no hay cómo prepararse. Si es difícil prepararse para una eventual guerra, más difícil es preparase para una súbita declaración de paz", según Alzugaray.
"Por suerte, el levantamiento del bloqueo será un proceso lento y probablemente paulatino, lo que permitirá también una adaptación" en Cuba, agregó.
"Hay que profundizar y acelerar al máximo el proceso de actualización del modelo en lo económico", explicó el analista.
El embargo fue decretado por el presidente John F. Kennedy el 3 febrero de 1962 y desde entonces las autoridades cubanas lo califican como el principal obstáculo para el desarrollo de la isla. No obstante, algunos analistas —así como los disidentes— afirman que el "bloqueo" le ha servido al gobierno cubano para justificar sus propios fracasos económicos.
"El gobierno cubano no tendrá la gran excusa de que los problemas de la isla se deben al embargo estadounidense", dijo a la AFP el analista Patricio Navia, de la Universidad de Nueva York.
El proceso de reanudación de las relaciones diplomáticas con Cuba —rotas en 1961— anunciado por Obama el 17 de diciembre, vino acompañado de varias medidas para flexibilizar algunas sanciones, pero el embargo solo puede ser levantado por el Congreso, que luego de las legislativas estará controlado por la oposición republicana.
"¿Qué vamos a decir (ahora), que pospongan el levantamiento del embargo porque no estamos preparados?", dijo a la AFP el académico Esteban Morales, coautor del libro De la confrontación a los intentos de normalización, la política de Estados Unidos hacia Cuba.
"Si no lo estuviéramos, no merecemos sobrevivir después de más de 50 años de bloqueo", añadió.
Un levantamiento del embargo permitiría exportar productos cubanos a Estados Unidos, pero las mayores ventas serían inicialmente solo de ron y tabaco, que ahora aportan en conjunto unos $600 millones, menos de 4% de los $17.500 millones del total de exportaciones de la isla.
Los servicios profesionales, principalmente médicos, que son la principal exportación cubana (unos $11.000 millones al año), no podrían ser ofrecidos a Estados Unidos, como tampoco son contratados por los países de la Unión Europea (UE). Sus principales clientes seguirían siendo naciones del Tercer Mundo en América Latina, Africa y Asia.
Los medicamentos, otra próspera exportación cubana con ingresos de $900 millones anuales, encuentran dificultades en la UE debido a sus estrictas normas sanitarias, lo cual sería semejante en el mercado estadounidense.
Jerome Cottin, el director general de la compañía franco cubana Havana Club International, que comercializa el ron cubano en el mundo, dijo a la prensa que su firma está lista "para conquistar el mercado estadounidense".
La compañía, una sociedad entre la francesa Pernot Ricard y el Estado cubano, se viene preparando para incursionar en Estados Unidos, a pesar de que perdió un juicio en ese país por la marca del ron Havana Club.
Como parte de su estrategia para el mercado estadounidense, acuñó la marca de ron Havanista y puso en marcha hace unos años una nueva planta en San José de Las Lajas, a pocos kilómetros de La Habana.
El acceso al mercado norteamericano "sería un crecimiento fuerte, importantísimo", dijo Cottin.
Sin embargo, en los sectores de informática y de esparcimiento existe preocupación.
Con el paraguas del embargo, Cuba utiliza sin adquirir los derechos muchos programas informáticos, así como exhibe películas estadounidenses en la televisión y el cine. Si se levanta el embargo, la isla tendría que empezar a pagar.